Pues sí, ningún respeto a Rigodon, ni a Tico, ni a Willy Fog ni al Julito que parió todo. Completamente de acuedo con mi colega William Munny. Había que dejarlo claro, aunque solo sea por cortesía.
Nótese que ya desde el comienzo estoy rellenando esta precrítica con frases... pues eso, de relleno; así que adivinaréis que no tengo mucho que decir de la patochada esta. Que la vuelta al mundo en 80 días haya pasado de texto de Verne a peli del Jackie Chan es muy pero que muy ejemplarizante de los años de sequía de ingenio que vive desde hace un tiempín el mundillo del cine.
Nótese también que, después de todo, voy y le suelto dos estrellas y no una. ¿Por qué? Pues porque eligiendo a Jackie Chan y con el tono coñero del trailer y demás métodos publicitarios, los responsables de esta basurilla aceptan, manifiestan y declaran abiertamente que lo que nos traen es una coña, una mala broma, una gilipollez. Y claro, al menos han tenido ese detalle. Vamos, que si algún desquiciado va al cine a verla sabe perfectamente lo que se va a encontrar.
Y duele más (y por lo tanto se lleva la solitaria estrellita) ir a ver una película con otras pretensiones y pegarte la hostia.