Crítica de la película Dragonball Evolution por William Munny

No sé si la película es más lastimera que mi fe en que podría ser un cinco estrellas de esos de volver a ver mil veces en el cómodo sofá de las versiones extendidas, pero al menos yo puedo disculparme, y me disculpo con todos aquellos amantes del cine que pensaron que mis cinco estrellas eran así, sospechas comenzaron a existir, poco después de darle tanto valor en mi precrítica, de que la cosa no iba bien y al final parece que desterraron las buenas intenciones para acabar con una malísima película, que encima acaba frontalmente con un mito del cómic y de los dibiujos animados.

La lamentable explicación, las malísimas caracterizaciones así como Piccolo (no se puede tener menos aspecto de destructor de la Tierra), son los primeros coletazos de horror que se pueden denunciar en una película que no necesita más que breves cinco minutos para quitar el ánimo general para con ella. Metraje claramente sesgado y obligado, supongo que debido a los innumerables arreglos que le han debido de colocar a base de injertos valdíos, guión excesivamente vago y pueril, y dirección digitalmente estandar que no ayuda a las imágenes reales en absoluto.

Encima y para más cachondeo, se permiten un metraje mínimo y corto como si de una burla se tratara, sin siquiera ser nobles al estilo elegido y hacer de una pelea algo digno, y no un toma un golpe, yo otro, me sale esto del Kame Hame... y punto y te salvo, uy que sale un dragón, me beso con mi Chichi y todo arreglado. Desastroso. James Wong, nunca lo perdonaré (lo digo a modo de personaje de Bola de dragón, al menos imaginándonos a Goku diciendo esto con esa cara de chico con rabo, ¿dónde está el rabo?, si sigo pensando en la película me hago daño, fin).