Eso es lo que representa esta película, una historia especial e intensa, que elimimando sobreactuaciones del cómico Carrey mantiene un ritmo propio, un talante propio y una estética propia. No es una película sencilla sin más, los efectos especiales hacen gala de su profesionalidad, el guión es duro pero claro para con unos niños que entenderán perfectamente las diferencias de la vida, su crudeza, la entereza de algunas personas, en fin, una nueva etapa para la educación en películas infantiles y además para adultos. No sé, se echaba de menos.
Aunque esté fraccionada y en ocasiones sobre perorata, me ha encantado sin pasarse, en su categoría.