Drama japonés. ¿Ya, o sigo? Bueno sigo un poquitín. La película pasó por Cannes el año pasado y se llevó el premio a mejor actor (Yûya Yagira). Atesora otros premios, no tan importantes pero sí algo numerosos. Aunque tratándose de Cannes muchas veces el premio reside tan solo en estar presentada a concurso, que lo estaba.
No tengo muchos más datos a favor, no voy a hablar del director ni de los actores, pues nos pueden sonar a chino, y son japoneses. No necesito muchos más datos porque de momento me fío de la gran capacidad que tienen allá por los orientes, para contarnos un drama familiar como es el de este caso. No quiero tampoco entrar en detalles de sinopsis, como manda el reglamento.
Total, que poco digo. Sólo que espero una película alejada del drama familiar caracoles que podríamos ver por estos lares, o del drama familiar americano un tanto apestoso a veces, aunque también aceptable otras.
Seguro habrá dureza pero delicadeza. Ojos que persiguen el infinito perdido y caras que terminarán sucias. O quizá terminen limpias. En cualquier caso, película que no nos podemos perder en esta cartelera más bien sosa, donde uno lo mejor que puede hacer es volver a ver ese grandísimo Episodio III.