Mi respuesta es del todo poco concreta. Es difícil situarle en estos menesteres ya que ni es un actor normal ni pienso yo pretende serlo. Bien es cierto que ha pululado y coleado con Hollywood y con la industria independiente, aunque en menor medida, de una manera un tanto equilibrada. Un querido por todos. Pero, dirigir es otra cosa. Algo me hace intuir que el melodrama que nos presenta es demasiado cercano a lo que a él le gusta y demasiado lejano a lo que debería atreverse a hacer.
Intuyo que la película en sí será lenta y pausada. Que los momentos de reflexión serán tantos como los primeros planos del protagonista. Que echará de menos sus ojos tristes en el bajo caer de su labio inferior cuando la cruenta interpretación necesite de verdadera magia. Una película decente que él mismo habrá rechazado al darse cuenta de que la pelea en pos de su propio conocimiento del cine transmitido a través de los gestos de otros en complicado. A mi entender es uno de esos actores que no pueden estar detrás de la cámara porque entonces piensan demasiado y se pierde ese toque especial que solo ellos poseen.
Te deseo lo mejor a pesar de que bajo mi opinión lo mejor no sea dirigir, deja eso para quienes desean que tú hagas grandes sus sentimientos plasmados.