Tenía claro que la razón por la que ésta película se encontraba en la Semana de terror de San Sebastián 2008 estaba más relacionada con la presencia de Zé do Caixao en el reparto que con temas puramente cinematográficos. Para aquel que no lo sepa, la Semana hizo hace unos años una retrospectiva de Zé do Caixao. El propio Zé vino a la presentación de sus películas vistiendo con su... jumm... atuendo draculiano y con su hija treintañera ataviada con un bikini metálico. Fue uno de esos momentos impagables que ofrece la Semana a sus asiduos de vez en cuando. Lo que pasa es que luego ves que la película también ha pasado por Venecia 2008 y ya no sabes muy bien qué pensar. ¿Será que realmente la película tiene valores cinematográficos?
Personalmente no puedo pensar en ésta película de forma seria. Ni siquiera su procedencia brasileña me resulta interesante. Y eso que podría ser una buena posibilidad de ver un terror algo exótico y poco habitual. Pero es que ya sólo de imaginarme al pobre José Mójica Marins disfrazado con el sombrero de copa y la capa en busca de féminas me entran sonrojos.
Eso es lo único que me queda de ésta película. La posibilidad de disfrutar de una buena sesión de risas en el Teatro Principal... sin esperanza, con convicción.