Ha costado pero gracias al empuje de Leonor Walting y a su defensa de esta película llega a nosotros Crónicas, realizada en 2004 sobre un asesino en serie que no pretende hablarnos de asesinos en serie.
El film no tiene malos padrinos, Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón la producen, esta pareja de mejicanos que ya tienen a sus espaldas éxitos como El laberinto del fauno y que se dedican a dar apoyo a las películas que más les interesan. Lo que viene a ser un productor de vocación.
Tampoco le faltan premios. Una mención especial en la sección horizontes del festival de San Sebastián y en Sundance consigió el premio Sundance NHK de mejor guión por América latina. Fue presentada en Cannes y ha vivido su pequeño tour por diversos festivales del mundo.
El film cuenta con el olvidado John Leguizamo, a quien vemos sólo en películas como Asalto al distrito 13, elegido por su particular mixtura de acentos colombiano, puertorriqueño y neoyorquino. Seguramente estará a la altura de un papel en el que pondrá interés. Junto a él la mencionada Walting (La vida secreta de las palabras, Paris je t’aime), un ejemplo de elegancia, que aportará el acento más castellano al film.
Como Zodiac, aunque salvando las distancias, esta no será una película de asesinos en serie al uso. Se centrará más en el impacto mediático y en la reflexión, aunque según palabras del director, y esto aún tengo que verlo, no habrá moraleja. Y ya que hablo de él, el director es Sebastián Cordero. Sólo una película anterior: Ratas, ratones, rateros, que ya consiguió algunos premios. Aun así sigue siendo incógnita. Sus intenciones son claras, y creo que tiene posibilidades de conseguir acercarse a sus objetivos, aun así será difícil.
He dicho Zodiac pero hay que ser sinceros, esto no deja de ser cine sudamericano con todas las limitaciones que eso supone y la factura en ningún caso podrá ser comparable. Ahora bien, el director de fotografía, por ejemplo, Enrique Chediak, es el encargado de 28 semanas después (aunque este dato tiene trampa). Y de la banda sonora se encarga Antonio Pinto, responsable de la importante Ciudad de Dios.
¿Vale la pena darle una oportunidad?