Éste proyecto adolece de cierto problema intrínseco a su propio ser que no puede ocultar durante todo el metraje: se trata de George A. Romero haciendo pelis de zombies en el 2005.
George A. Romero sólo puede ser fiel a si mismo y no puede hacer zombies que corren. Además no puede hacer historias muy complejas y no necesita mucho presupuesto para nada. Por eso "La tierra de los muertos vivientes" es una película de la "vieja escuela" dentro de un mundo, el del 2005, en el que no encajan muy bien esos zombies simplones que ahora, liderados por un mecánico negro, empiezan a organizarse.
La película en si misma es una cuarta parte perfecta para su trilogía. Romero da continuismo a todas las ideas y la forma de tratar las historias de zombies que el mismo inventó y no cede nada ante los nuevos tiempos y las moderneces.
En resumen: se trata de una buena cuarta parte de la santísima trilogía pero está totalmente pasada. Ésta película debería de haberse hecho hace quince años. Ahora es el momento de la "nueva escuela" de esos zombies jodidamente agresivos de "El amanecer de los muertos" o "28 días después" que hace tiempo que traspasaron el género zombie para crecer y alimentarse de otro tipo de géneros como el de catástrofes o el terror japonés... Romero es un tío muy respectable, pero se le respeta cómo a tu propio abuelo: más porque es tu abuelo que por lo que dice.