Lost River de Ryan Gosling con Christina Hendricks y Saorsie Ronan. El guapo más guapo de Hollywood debuta en la dirección con esta historia surrealista y sobrenatural ambientada en el sur de los Estados Unidos. Un festival visual y sonoro que tras un arranque prometedor pierde pulso y se lía en su aglomeración de influencias: Lynch, Malick, Winding Refn, Gaspar Noé, Benh Zeitlin y alguno más no acaban de encajar. Gótico sureño alucinógeno. Presentada en Un Certain Regard.
Whiplash de Damien Chazelle con J.K. Simmons. Sangre, sudor y lágrimas tocando una batería. La gran triunfadora del festival de Sundance de este año se presentaba en la Quincena de Realizadores. ‘Whiplash’ es algo parecido a aplicar la parte del entrenamiento de los marines de ‘La chaqueta metálica’ a un conservatorio de música en su variante batería de jazz. Chazelle demuestra dominio de los recursos cinematográficos – planificación, montaje, sonido – para generar tensión en este film sobre el esfuerzo para conseguir la excelencia y la presión para superar nuestros propios límites. Magnífico J.K. Simmons. Lástima que su exceso de licencias dramáticas le reste algo de contundencia.
The Tale of Princess Kabuya de Isao Takahata. El veterano director nipón presentaba la última producción de Ghibli en la Quincena de Realizadores. Adaptación de un cuento de hadas japonés, Takahata logra transmitir la magia, el encanto y la fascinación que requiere la historia con un estilo de animación tradicional de trazo ligero que recuerda a la acuarela. De lo mejor que se ha visto en todo el festival.
Les combattants de Thomas Cailley. Gran triunfadora de la Quincena de Realizadores en la que se llevó todos los premios posibles. Una historia de amistad y algo más entre un joven que se acaba de quedar huérfano y una joven arisca con querencia por lo militar. Una película sobre el paso a la madurez muy bien interpretada y con un toque de distinción y sensibilidad que logra ser original, sin necesidad de golpes de efecto, ni grandes sorpresas.
P’tit Quinquin de Bruno Dumont. Serie de cuatro episodios en torno a una sucesión de extraños asesinatos a través de los cuales el director galo radiografía la comunidad del norte de Francia en la que ocurren. Los típicos paisajes, pueblos y personajes del cine de Dumont tratados esta vez, con humor, encanto y algo de misterio. Su torpón y bastante impresentable policía protagonista casi se hace querer. Presentada en la Quincena de Realizadores.
Cold in July de Jim Mickle con Michael C. Hall, Sam Shepard y Don Johnson. Tras triunfar en Sundance, el director de ‘Stake Land’ y ‘We are what we are’ presentó este inquietante thriller de muy buen pulso narrativo que se va haciendo más y más turbio a medida que avanza.
The Tribe de Miroslav Slaboshpitsky. Algunas de las imágenes más impactantes de todo el festival se vieron en esta película ucraniana íntegramente ‘dialogada’ en el lenguaje de signos, sin voz en off o rótulos explicativos – ni falta que le hacen - en torno a los alumnos internos de un colegio / reformatorio para sordomudos. Una sucesión de planos secuencia en los que su director demuestra un gran dominio de los recursos cinematográficos, si bien su historia puede resultar algo repetitiva. Ganadora de la Semana Crítica.
Titli de Kanu Behl. Drama de corte realista sobre una familia de ladrones de coches poca monta en la India actual de la que el protagonista intenta escapar. En la India no es Bollywood todo lo que reluce. Presentada en Un Certain Regard.
Incompressa de Asia Argento con Charlotte Gainsboug. Cuarto largometraje de la hija de Dario. La vida de una niña de 9 años ignorada por su familia y rechazada por su amor platónico, retratada desde su punto de vista, con sus ideas y sus pensamientos. Recargada, pelín histriónica y algo alocada, pero con encanto. Presentada en Un Certain Regard.
Charlie’s Country de Rolf de Heer. Hemos visto varias películas sobre la discriminación de los aborígenes australianos y la forma en la que la sociedad blanca les condiciona su vida, pero esta película lo hace especialmente bien apoyada sobre todo en la interpretación de su protagonista, David Gulpilil, que ganó el premio al mejor actor de Un Certain Regard.
Queen and Country de John Boorman. Amable, ligera y nostálgica revisión del servicio militar del propio Boorman llena de humor inglés. Continuación de ‘Esperanza y gloria’ que se presentó en la Quincena de Realizadores.
L’homme qu’on aimait trop de André Téchiné con Guillaume Canet y Catherine Deneuve. Fallido drama familiar con tintes de culebrón ambientado en el mundo de los casinos en la Costa Azul que se presentó fuera de concurso.