Los Oscars, repletos de insensateces y
de terribles injusticias históricas, los premios de los que todos
renegamos por comerciales e interesados. Y, sin embargo, siempre
volvemos, porque nos da la oportunidad de debatir sobre las películas
del año que se han visto en el circuito comercial, porque es un
termómetro de la industria y porque, está claro, son un juego. El
martes se dieron a conocer las nominaciones, y después de hablar
precipitadamente...
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