Capítulo 1 De nuevo un jurado
Ya me golpeaban con ganas las olas en forma de días del noveno mes, los momentos se tornaban, sinceramente, más fáciles, sobre todo por el calor que ya no se pegaba a mi piel, en San Sebastián el castigo del sol es cosa de poco tiempo. Al entrar, después de un paseo obligado por la compra de la prensa, al edificio de la calle Soraluce que siempre me alberga con sigilo, un vecino anodino pero p...
leer más...