Es la madrugada y dos putas de edad provecta vuelven a sus cuchitriles. No están cansadas de trabajar. Están cansadas de no hacerlo. Una, en su casa, tiene problemas con su hija adolescente y con su marido transvertido. La otra con su soledad. Pero para esa noche, tienen compromiso para celebrar la victoria en el ring de dos luchadores enanos. En el hotel de paso y para despojar a los hombres minúsculos de las ganancias, los narcotizan con gotas oftalmológicas. Pero la dosis resulta letal. Los asesinan sin querer. Asustadas y confusas, cometen todos los errores posibles. Las aprehenden.