Como cualquier madre, Ma (Brie Larson) se dedica enteramente al cuidado de su hijo Jack (Jacob Tremblay), un niño de cinco años, al que cría para que sea feliz y esté seguro, haciendo las cosas típicas como jugar o contar historias. Su vida, sin embargo, es cualquier cosa menos típica: ambos están atrapados, confinados en un reducido cubículo sin ventanas, un dormitorio con cocina, retrete, bañera y una claraboya en el techo, al que Ma ha llamado eufemísticamente 'La habitación'.