La vida de Xavier se complica cuando su mujer, Wendy, decide trasladarse a Nueva York con sus hijos. Unos meses después, él también decide mudarse ya que no puede soportar la distancia con sus hijos. De fingir ser padre de un niño de una pareja de lesbianas, a casarse con una chino-americana para conseguir los papeles, y reavivar la llama de su primer amor que viene de visita, Xavier y su mundo parecen un rompecabezas chino.