Es 1953 y Kilian abandona la montaña oscense para iniciar, junto a su hermano, el viaje hacia Fernando Poo, una tierra lejana y exótica. Allí le espera su padre, veterano de la finca Sampaka donde cultiva uno de los mejores cacaos del mundo. En la colonia descubrirán la ligereza de la vida social en comparación con una España encorsetada y gris, vivirán los contrastes entre colonos y nativos y conocerán el significado de la amistad, la pasión, el amor y el odio.