Coincidiendo con la Cuaresma y la llegada de los vientos calientes del sur a los infernales días de la primavera cubana, el teniente Mario Conde conoce a Karina, una hermosa saxofonista aficionada al jazz. De forma paralela debe encargarse de una complicada investigación: resolver el asesinato de una joven profesora de química que pertenecía al mismo preuniversitario donde años atrás estudió Conde. A medida que investiga la vida de la víctima, de impoluto expediente académico y político, el teniente se adentra en un mundo en descomposición, donde las drogas y el fraude revelan el lado oscuro de la sociedad cubana contemporánea.