Hace unos días escribí mi crítica descontenta de Birdman. Ahora quería tratar otra cuestión, que no es necesariamente ni buena ni mala (...es mala): Birdman es un videojuego. Hasta tiene un título estupendo para serlo. Sería algo así como una aventura gráfica de acción. Os cuento qué aspectos me han llevado a semejante revelación.
Escenarios recurrentes
Es normal que los escenarios se repitan en una película que trabaja sobre la unidad de lugar, pero hay una característica de la película muy propia de las aventuras gráficas, especialmente de las antiguas: cada escenario tiene una función informativa asociada a un personaje. Me explico: entras a la posada, y allí tienes al posadero y al borracho esperándote para cuando necesites interactuar con ellos. En Birdman, ocurre lo mismo con el bar. Cada vez que entra el personaje, tiene a la tópica Tabitha Dickinson esperando en su asiento, dispuesta a entablar conversación con el jugador, perdón, con el protagonista. Tenemos otro escenario, esa azotea en la que el personaje de Emma Stone parece pasar su vida, esperando a que el personaje de Norton aparezca a establecer conversación cuando le plazca. Supongo que en el Monkey Island no parecía tan artificial.
Primera persona
El formato de plano secuencia, siempre encima del personaje -en ocasiones puedes cambiar de avatar- por pasillos dentro de una zona relativamente limitada, es el clásico esquema de los juegos de disparos en primera persona. Con la diferencia de que aquí no se dispara (casi). Sin las elipsis espaciales habituales en cine, para llegar de un punto a cualquier otro es necesario recorrer el camino, lo que va consolidando el mapa en la mente del jugador/espectador.
Monstruo final
Un clásico de los videojuegos. A ver si lo consigues matar:
Iluminación artificial
Cada vez está más conseguida la iluminación de los videojuegos, pero los primeros 3D tenían que echar mano de una iluminación muy colorida que bañaba a los personaje sin demasiada sutileza y que daba cierta sensación de artificiosidad en los personajes.
Superpoderes crecientes
Mejorar poco a poco en las diferentes capacidades del personaje, es un clásico de los videojuegos. No importa si viene mucho a cuento, es un efectismo que siempre luce.
Actor venido a menos
Algunos viejas glorias de Hollywood terminan trabajando para videojuegos. No digo más.
Varias vidas
Un vida sabe a poco en un videojuego. Lo suyo es que si te matan puedas continuar. En fin, no quiero entrar en spoilers de Birdman, si la habéis visto, ya sabéis a lo que me refiero.