El día en que se conmemoraba con una multitudinaria manifestación los dos años de la muerte de Kariri, la Berlinale decidió programar la cinta israelí Beaufort, que es señalada por algunos medios alemanes como favorita para llevarse alguno de los premios gordos del palmarés.
Sin embargo para muchos de los críticos convencionales desplazados allí la película no es nada del otro mundo.
La segunda de las cintas presentadas a concurso era Yella, alemana, que sólo se llevó aplausos de los medios alemanes.
Sin embargo, Fuera de Concurso, se presentó 300, una orgía de sangre y sexo con estética cómic que gustó a los críticos.