5 razones para NO hacer "Indiana Jones 5"

Ya está, otro hater de Indiana Jones 4, diréis. Pues no, la cuarta entrega de Indy me pareció muy interesante por varias razones, y mi crítica fue muy positiva. Sin embargo, escuchar que va a hacerse una quinta parte no me llena de alegría. Al contrario. Mis 5 razones:

1- Por complaciente

Aunque, con el tiempo, las aguas se van calmando y cada vez hay más gente que defiende la cuarta entrega como una buena película de aventuras, el discurso generalmente aceptado tiene sabor de traición, como si Spielberg hubiera echado por tierra algunos de los elementos clave de la saga. Lo cierto es que, en muchos aspectos, la cuarta entrega fue diferente, pero lo era porque trabajaba sobre una premisa muy distinta: un Indiana crepuscular en los años 50. Del mismo modo que la trilogía original homenajeaba el cine de aventuras de los 30, la última entrega se fijaba en el cine de género de los 50, en gran parte, ciencia ficción. Lo considero un valiente atrevimiento por parte de sus autores, nada complaciente para un público que quiere ver más de lo mismo. No funcionó -todo lo que puede no funcionar una película de Indiana Jones. Estoy convencido de que esta nueva entrega será mucho más complaciente y, siguiendo la estela de la última Star Wars -que también venía de un descontento general- asistiremos a otra insulsa prostitución de la nostalgia, que es lo que se lleva ahora. Nos encantará y, a los dos días, la olvidaremos.

2- Harrison Ford está mayor

No hay mucho que explicar. Ford está mayor. En realidad, está viejo. Cuando se estrenó la última, en 2008, había que entornar los ojos para obviar las arrugas y el óxido de esos huesos. La nueva entrega se ha anunciado para 2019, once años después. Suponiendo que la rueden un año antes, Ford tendría ya 76 años. Todos hemos sufrido viendo al último Han Solo correr unos metros. Dejadle tranquilo. Para colmo, el refuerzo que suponía Shia Labeouf, no está claro que repita. De hecho, me extrañaría, teniendo en cuenta que no fue demasiado bien acogido y que se ha dedicado a enseñar la polla en videoclips y en películas de Lars von Trier -por no hablar de sus performances. Que está pirado, vaya. No le veo ahora en una superproducción de Spielberg y Disney. Una pena, ahora mismo casi me apetece más ver a Shia en la nueva, que a Harrison Ford.

3- John Williams está mayor

Esto os va a doler, pero sí, uno de los mejores compositores de todos los tiempos, está mayor. El pobre tiene 84 años ya. No sé si será él encargado de hacer la banda sonora, o Spielberg echará mano de otro como en El puente de los espías. Sinceramente, no creo que él esté capacitado para hacer un trabajo más allá de lo correcto -y me remito por tercera vez al caso de la última Star Wars- Si lo hace otro compositor, Indiana Jones se quedará claramente cojo.

4- Disney es Satán

Sí amigos, Disney es una máquina de hacer dinero, muñequitos y montañas rusas. Y no me vengáis con Pixar porque eso es otra cosa que va a su aire. Todos los juguetes de George Lucas son ahora de Disney. Indy también. No dudéis que va a aplicar el mismo criterio que le ha funcionado con Star Wars (voy a por el pleno de referencias la saga galáctica). Hacer lo que funciona y hasta que la máquina siga en marcha.

5- Ya está todo dicho

Se podría decir que con la trilogía inicial ya era suficiente. Hubo una promesa eterna de que habría una cuarta parte. Eterna porque no terminaba de materializarse. Tardó tanto en hacerse que, por la propia naturaleza del paso del tiempo, se convirtió en un episodio crepuscular. ¿Cómo sería Indiana Jones de mayor? Siendo padre, habiendo combatido en la segunda guerra mundial, siendo viejo. Eso le dio un nuevo valor, pero ya está. Ya se ha hecho. No se hacen dos películas crepusculares. No se hace Robin y Marian 2. O no se debe. Ya no hay nada que decir. Y sí, como en Star Wars.

¡No la hagáis!
Pero si la hacéis yo no me la pierdo.