Lo nuevo de Julian Schnabel llegaba hoy al Lido, entre una altísima expectación general. Pero toda buena intención se ha ido al traste: El abucheo ha sido generalizado.
Miral pretendía ser un canto a un mejor entendimiento entre los pueblos palestino e israelí, pero lo que ha conseguido es convertise en la primera gran decepción de la Mostra veneciana, por culpa de -según las primeras reseñas- un uso "vergonzoso" de estereotipos y clichés.
También se ha visto ya Norwegian Wood, adaptación del Tokyo Blues de Murakami. No ha entusiasmado, pero tampoco ha aburrido.
Fuente: 20 minutos, ADN