A partir de hoy, usaré el blog también para comentar desde mi punto
de vista, de un modo más o menos regular, la reciente actualidad
cinematográfica. Veamos cómo funciona la idea y cuál es mi regularidad.
Hablemos primero de la Berlinale, después ya comentaremos la
jugada del hombre araña. Se han dado a conocer las películas de inauguración y
claursura de la sección oficial. La organización parece haberse fijado en
Oriente, pues estamos hablando de un director chino y otro japonés. El primero,
Wang Quan'an que pertenece a la
sexta generación (hablamos de una generación de directores chinos preocupados
por la crítica social, menos amigos del régimen que la anterior). Apart Together, una elección apropiada,
difícilmente discutible, especialmente teniendo en cuenta el oso de oro de La boda de Tuya en 2007 del mismo
director, pero choca con los títulos de otros años, menos minoritarios. Pienso
que es una declaración de intenciones de un festival que de por sí no hace
demasiado aprecio al "glamour". Un movimiento arriesgado, veremos el resto de
los títulos. En cuanto al japonés, Yoji
Yamada, parece que deja aparcada su deliciosa catana con esta nueva About her Brother, un drama, esta vez
ambientado en la actualidad. Me apetece.
Pasemos a la estrategia de Columbia con Spiderman. Fuera Sam Raimi (y con él se va el tono de
Serie B de pura diversión) y adiós a Tobey
Maguire porque se quiere un actor más joven. Esto ya lo sabíamos, y que se
pretendía volver a un personaje más cercano al cómic, dando importancia a su
vida de adolescente. Sinceramente, lo que veo aquí no es un acercamiento al
original, sino un movimiento más de búsqueda del sector que mejor le sienta a
la taquilla: los adolescentes. Ni me va ni me viene, porque ni soy amigo del
comic ni de las adaptaciones de Sam Raimi, pero me preocupa como espectador del
cine en general, que el movimiento hacia el cine adolescente esté cada vez más
presente, gracias a megaéxitos como Crepúsculo.
Me preocupa especialmente en un tiempo en el que el cine de entretenimiento
parecía haber madurado un poco. El nuevo director, y esta es la nueva noticia, Marc Webb tiene todo mi crédito después
de la excelente 500 días juntos,
aunque resulta algo decepcionante que después de esta película el director se
mueva por estos derroteros (ya perdimos así a Bryan Singer). Desde luego es la
confirmación del cambio de tono y la caza de los adolescentes de hoy. Por otro
lado, también muestra cierta intención de calidad por parte de la productora,
que además cuenta con el guionista de Zodiac,
James Vanderbilt. Quizá sea un
producto oportunista en toda regla, pero puede que tenga cierta calidad.
Emociones encontradas.
Los globos de oro. La noticia no es cuántos españoles se han
quedado fuera, sino el triunfo de Avatar,
y con él, la aprobación para el cine espectáculo. Esta es la primera amenaza de
James Cameron para volver a ganar el
Oscar, después de arrasar con su anterior película, Titanic. La taquilla le ha funcionado igual de bien. La película,
que me resultó positiva, no merece ser catalogada ni de lejos como mejor
película del año, pero esto poco importa cuando hablamos de los Oscar. La
cuestión es, ¿avalarán de nuevo a la industria más comercial y dejarán de lado
las películas más pequeñas de los últimos años? Los Oscar pueden ser un buen
barómetro de las tendencias de la industria. Creo que la nominación no se la quita nadie.
A George Lucas se
le han puesto los dientes largos con el éxito. Lo del globo de oro quizá le
importe poco, pero lo colocar la película en el segundo puesto de las más
taquilleras de la historia, seguramente le ha puesto en canción. Parece que
ahora sí le interesa el 3D. ¿Quizá por la utilización de los travelings en
profundidad y de la percepción del vértigo que consigue Cameron con Avatar? Yo diría que se trata más bien del
precio extra de la entrada para cine 3D y del importante punto a favor en la
lucha antipiratería. Ya se pone manos a la obra para adaptarlo al universo StarWars.
Hace tiempo que a Lucas dejó de interesarle el cine. Hay que reconocer que si
la primera escena de La venganza de los
Sith, ya de por sí muy espectacular, hubiera estado rodada en 3D habría
sido una chulada.
Hasta aquí tenemos una polarización del cine comercial y el,
llamémosle, no-comercial. Adolescentes y 3D por un lado, y la sexta generación
inaugurando Berlin por otro. Veamos ahora una noticia "híbrida". Sam Mendes podría dirigir la nueva
película de James Bond. Esto aún no es firme, pero sí lo es que han contratado
a Peter Morgan para corregir el
guión. Están empeñados en aportar calidad a la saga, y si consiguen a Mendes
habrían llegado más lejos que nunca, veremos.
No puedo evitar pensar en un cambio de ciclo, donde aún
colean los intentos de calidad (o de apariencia de calidad) mientras asoma ya
el cine de puro espectáculo circense. Creo que acabaremos esta nueva década en
el más puro cine de los 80.
Temas aparte: Las nominaciones a los Goya. Confío en que la academia premie el
buen camino del cine español con el título de Celda 211. No hay mucho más que comentar. Darren Aronofsky casi fuera de Robocop por diferencias de opinión con la productora, una lástima, podría haber sido
una deliciosa extravagancia. ¿Cuáles son estas dieferencias? La Metro quiere
que la película sea en 3D y con mucho
CGI, lo que al director le interesa muy poco. Sin comentarios.