El inminente Festival de Cannes tiene entre sus películas programadas dos de los títulos más esperados de esta temporada: Malditos bastardos, el nuevo trabajo de Quentin Tarantino, y Ágora, la superproducción dirigida por Alejandro Amenábar.
Ambos filmes comparten un hecho particular, y es que tanto Tarantino como Amenábar pretendían contar con los servicios de compositores de prestigio para sus respectivas bandas sonoras pero, tanto en el caso de uno como de otro, finalmente no ha podido ser.
Es sabido que Tarantino intentó fichar a Ennio Morricone para musicar las andanzas de sus bastardos, pero el compositor italiano dejó claro al director norteamericano que sólo aceptaría en caso de poder trabajar con el tiempo suficiente. En esta tesitura, Tarantino decidió que su prioridad era estrenar en Cannes sí o sí, lo cual propició la negativa final de Morricone.
Lo curioso es que Tarantino finalmente no ha contado con otro compositor en sustitución del maestro italiano, y ha preferido recurrir al trabajo de supervisión musical de algunos de sus colaboradores habituales. Quizá haya preferido recurrir, una vez más, a sus particulares selecciones de piezas compuestas con anterioridad.
Amenábar, sin John Williams
El caso de Amenábar es también curioso. Hasta ahora, el propio realizador español ha optado por componer él mismo la música de sus películas. Así fue desde sus primeros cortometrajes y así ha sido hasta Mar adentro. Sin embargo, con Ágora, quizá ante la magnitud de la que es realmente su primera superproducción, decidió que esta vez la responsabilidad musical recayera en otra figura.
El elegido fue John Williams. El legendario compositor dio inicialmente su ok a la propuesta de Amenábar, pero finalmente problemas de agenda, al coincidirle en el tiempo varios proyectos, le obligaron a abandonar este trabajo.
En su lugar, Amenábar ha elegido a Dario Marianelli, el oscarizado compositor de bandas sonoras como Expiación o V de Vendetta. Se trata de un autor al alza, con más de diez años de experiencia a sus espaldas pero cuyo exquisito trabajo ha pasado a reconocerse a un primer nivel tras sus más recientes y premiadas partituras.