Clive Owen y Kate Beckinsale son las caras bonitas de este año en el Zinemaldi. No está mal, así dicho, pero en rigurosa comparación, es innegable que Venecia nos mete una goleada de estrellas y glamour. Y no solo Venecia. Incluso Roma, con su balbuceante proyecto, Toronto y hasta Deauville parecen atraer más a las stars norteamericanas.
¡No importa el glamour, sino las películas!, argumentan algunos. Y para el cinéfilo es bien cierto, pero no para el prestigio del Festival, que ve como Ed Harris, John Travolta, Julianne Moore o Neil Young han rehúsado este año la invitación del director, Mikel Olaciregi, para visitar la ciudad.
Con este panorama, quizás no resulte tan sorprendente la información que hoy publica en sus páginas el diario El Mundo. Citando fuentes internas de la organización, aseguran que se podría estar planteando un cambio de fechas para el Festival. Desde luego, la idea no sería viable para 2007, pero desde la organización parece ser que empiezan a ver esta idea como una de las únicas soluciones probables para paliar la escasez de estrellas.
"Hay un eje formado entre los festivales de Venecia y Deauville [entre los que se sitúa Toronto] que se lleva a casi todas las estrellas americanas y hace cada vez más difícil contar con ellas", recoge textualmente el citado periódico, que también insiste que el cambio de fechas es una idea que ya ha sonado pero que "no hay nada oficial".
Lo que parecen tener claro los mandamases del Festival es que la sequía de caras guapas y famosas no se debe a una pérdida de prestigio sino, exclusivamente, a la mala ubicación en el calendario; siempre a mediados o finales de septiembre. Sin embargo, esa sequía de glamour, de seguir así, sí que podría hacer mella en el status del Zinemaldi. "Nos preocupa bastante", asegura la fuente anónima citada por El Mundo.