Las dos películas A Concurso de la jornada de ayer hicieron sufrir a Cannes su peor jornada, con dos proyecciones que fueron recibidas de manera negativa por la prensa especializada, aunque de maneras bien diferentes.
La primera, la francesa Une vieille maitresse, provocó todo tipo de risas y chanzas durante su pase, a pesar de ser una drama histórico. La cinta, ambientada en pleno siglo XIX, provocó la máxima hilaridad del personal con gazapos como el que permite ver un tatuaje de la actriz protagonista, Asia Argento.
Sin embargo, su directora, Catherine Breillar, fue ligeramente aplaudida en la rueda de prensa, si bien estos aplausos estaban más dirigidos a su mérito y esfuerzo físico para sacar adelante la película tras padecer una hemiplejia hace tres años, que a la calidad final de la película.
Menos condescendiente fue la crítica con We own the night, película norteamericana dirigida por James Gray con Eva Mendes y Joaquin Phoenix al frente del reparto. Este thriller irritó a un público que desde el primer instante pudo intuir lo que ocurriría a lo largo del resto del metraje. La película fue finalmente despedida con abucheos a pesar de una factura técnica más que notable.