Al término del pase del domingo a la mañana todo eran alabanzas a la película de Sean Ellis, hasta que en el coloquio, la penúltima pregunta del público dirige un dardo envenenado hacia el tratamiento que hace Ellis sobre la mujer, que a juicio de la espectadora resulta ofensivo, a la vez que califica su película de frívola y poco real.
El público reacciona a ese comentario con pitos, mientras Ellis contesta que cada cual tiene su idea de la película.
Por alusiones, Emilia Fox, actriz de la película y presente en el coloquio, toma la palabra y explica que, al contrario, la película realza la belleza femenina y que Ellis, de pasado como fotógrafo, sabe cómo mirar las curvas femeninas para hacer belleza.