La censura china ha decidido no aprobar el estreno de Infiltrados, de Martin Scorsese. Esta decisión se debe, según fuentes gubernamentales chinas, a la mención que hace la película a un plan clandestino chino para adquirir equipamiento militar en el mercado negro.
Desde el Gobierno chino, de modo anónimo y sin permiso oficial, se informó a la agencia Reuters de que "no hay posibilidad alguna de que Infiltrados se estrene en los cines de China porque los estadounidenses se negaron a cambiar la parte del argumento donde se describe como Pekín pretende comprar equipos informáticos militares avanzados".
El grupo Media Asia, que tenía (y tiene) los derechos de distribución de Infiltrados en China, es el más perjudicado; no así el público, que ya puede hacerse con las múltiples copias piratas en DVD de la película que ya se pueden ver por las calles de las ciudades más importantes del país.