El equipo de la película The White Meadows, en Sección Oficial, ha comparecido ante los medios a media tarde tras la correspondiente proyección en el Kursaal. Son tres. Su director, en medio, Mohammad Rasoulof, a nuestra derecha uno de los actores de la película, Mohammad Shirvani y a nuestra izquierda el director de la producción Karimi. Media hora de rueda de prensa en la que destaca un papel activo por parte del equipo que representa la película. Muy dispuestos al coloquio desdel el principio.
La primera cuestión es muy sencilla: ¿porqué el mar no es azul? El director responde muy directo. Según él, Irán es una tierra de contradicciones, de sufrimiento, actualmente sufriendo una dictadura, un país donde hay una manera de ver las cosas y lo han intentado mostrar en la película. Las condiciones del país son lamentables y el gobierno ejerce un control físico, mental y artístico. Minutos después volverán al lado más político. Antes, un joven periodista quiere saber la elección del director de producción. Respondiendo Rasoulof, define su cine como independiente, ya que sin la ayuda del gobierno es muy difícil sacar adelante un proyecto. Las condiciones son complicadas,casi clandestinas. La presencia de este director fue una gran ayuda para la realización de la película.
Surge la curiosidad entre los asistentes de saber dónde está grabada. Brevemente, de nuevo el director, nos explica que es una zona salada de Irán, Urumie, muy parecido al Mar Muerto. Otro pequeño apunte respecto al personaje del final de la película. Rasoulof insiste en la idea de la tradición que convierte la vida en dolor y sufrimiento en su país. También existe un hueco para la comparación con Andropoulos. Inconsciente de ello al principio, Rasoulof reconoce que tras la finalización de este proyecto conoció más de cerca la obra del director.
Durante un rato, todo son pequeños detalles. Por ejemplo, los actores son profesionales y no profesionales. El potagonista sí lo es. El tiempo de rodaje, 52 sesiones en 58 días de rodaje. Siempre dependiendo de los permisos, del presupuesto, dónde grabar. La anécdota de la cámara antigua que funcionaba a golpes o las doce horas de revelado de los negativos,etc...
Concluyen con dos aspectos. Se les pregunta por el futuro. Son tajantes: "Con permiso o sin él, seguiremos haciendo cine, porque una minoría está aplastando a una mayoría, porque Irán quiere la realización de la democracia y hacemos un llamamiento a las organizacioes intenacionales y a ustedes los periodistas para frenar la dictadura que estamos viviendo". Los tres denuncian el estado de las cosas en su país y esperan la resurrección del cine iraní.