Jornada idónea para los franceses. Eso es lo que parece entenderse de las distintas crónicas de los corresponsales desplazados a Cannes.
"Quand j'étais chanteur" presentaba a un Gerard Depardieu imperial en plan cantante de salón, y los críticos de mediana edad franceses terminaron coreando los famosos temas con los que se atrevía Gerard. El resto de la crítica la califica de película aceptable, a lo sumo, entrañable, sin mayores pretensiones ni reconocimientos.
En cambio, "Juventude em marcha", construida por largos planos fijos hastió y aburrió a los críticos, que, en su mayoría, huyeron despavoridos de la sala de proyección.
"United 93" de Greengrass fue recibida con elogios, pero, a la vez, con reparos. Se elogiaba su ritmo frenético.
Cannes va llegando a su fin, y hoy se proyecta "El laberinto del fauno" y "Crónica de una fuga", películas que se aguardan con expectación.