Lee la primera parte del diálogo con Nacho Vigalondo.
Lee la segunda parte del diálogo con Nacho Vigalondo.
"¿Por qué siempre nos tenemos que comparar con Estados Unidos?"
Nos metemos en el tema del cine español y si hay industria y radiografiamos la situación del cine español. Repasamos la lista de mayores éxitos de 2009: Fuga de cerebros; Spanish movie; Mentiras y gordas. "El cine español ha mutado por completo, pero la valoración habitual es la misma de siempre. Ahora tenemos por año el mismo número de taquillazos que durante todos los años 80. El problema que siempre sucede aquí es que en el cine, a diferencia de otras actividades, siempre nos comparamos con Estados Unidos. ¿Por qué no nos comparamos con el cine del resto de Europa, de países de tamaño y economía similar?
"Me flipa el presente, que le den al futuro".
¿Y un proyecto grande? ¿Te ves dirigiendo ciencia ficción a lo grande, o te sientes cómodo en la ciencia ficción "de la idea"? "Si hablamos de ciencia ficción a lo grande tenemos dos opciones: la space opera y el cine de anticipación. La space opera no me ha interesado nunca, ni como espectador ni, mucho menos, como autor. Y lo mismo me pasa con el cine de anticipación, ni en una vertiente utópica ni distópica. Me flipa el presente, que le den al futuro. Me interesa lo que tiene que ver con el replanteamiento de la identidad humana a día de hoy, sus paradojas, su relación con el tiempo. Yo, Minority report, la rodaría por Madrid, en la actualidad". ¿Cómo Amenábar rodó Abre los ojos? "No, más al estilo de French Connection, a ras de suelo. Un ejemplo de lo que digo y del tipo de ciencia ficción que me gusta es Videodrome o Brazil, siendo una película del 85, tiene un momento en el que en una oficina están todos enganchados a Internet mientras no les ve el jefe, me gusta, es muy realista en eso, o por ejemplo en el retrato del terrorismo más actual, como una amenaza absoluta, pero a la vez intangible. Parece hecha en el 2010."
¿Y si fuera una novela de tu querido Philip K. Dick? "Tampoco. A mí me gusta empaparme del espíritu de las novelas de K. Dick. Es que sus novelas son muy difíciles de adaptar, se expanden sin límite y más que terminar, se rompen, de ahí que sea más sencillo adaptar sus historias cortas. En cualquier caso, más que adaptarle literalmente, prefiero recrear su universo y la psicología de sus personajes".
"El cine es un salto al vacío".
Pasamos al Vigalondo espectador, ¿qué te parecen las series actuales? ¿Es cierto que se hacen mejores series que películas? "Las series no se pueden comparar al cine. Alguien que se empapa de festivales y descubre una película como Symbol, que es una obra maestra, no puede afirmar eso. Entiendo que para alguien que, digamos, espera para ver lo que hay en la cartelera de su ciudad, las series actuales le parezcan mejor que el cine. Pero yo creo que el cine está un paso más allá. Hasta la serie más respetable sigue la regla de intentar perpetuarse a sí misma hasta que llega un punto en el que económicamente no es viable y tiene que terminarse. En última instancia, esa estrategia está ahí. En cambio, el cine, (el que no está franquiciado), es un salto al vacío. Es una maldición, pero también conlleva cierta pureza. Pero te digo todo esto mientras te confieso que me apasionaría hacer una serie, y que tengo planteamientos escritos desde hace tiempo. Sí que es cierto que de Estados Unidos puede estar llegando mejor producto que en el pasado, pero no lo creo en el caso de Reino Unido. Allí han hecho una televisión exquisita, casi inalcanzable, desde hace décadas."
La pregunta, para un fan como él, es obligada: ¿qué te pareció el final de Lost? "Me gustó. Yo entiendo que no satisficiese a todo el mundo, sobre todo, si lo esperaban como la respuesta a un jeroglífico. Pero a mí me gusta porque se trata de un final muy coherente y en línea con la tradición de la ciencia ficción del siglo XX, de las novelas de Stanislaw Lem, de Arthur C. Clarke". Y Stalker, apostillo. "Sí, sí, claro y Stalker".
Confiesa que su "favorita para los Óscars era The social network". Y recordamos otros años en que películas que no pasan a la Historia vencen a otras que sí: "el año de Salvar al soldado Ryan ganó Shakespeare in love y en el de El hombre elefante, Gente corriente. Yo creo que a Fincher le pasará lo que a Scorsese, que le acabarán dando un Óscar cuando ya sea muy descarado que alguien tan influyente no tenga ninguna estatuilla".
En Cine se suele decir que el cine actual no llega a las cotas del cine clásico, ¿podemos decir aquello de cualquier tiempo pasado siempre fue mejor?. "No creo que cualquier tiempo pasado sea mejor. Esa frase hecha es puro sarcasmo. Se trata, en definitiva, de una cuestión de perspectiva porque nuestra memoria actúa de esa manera, resumiendo siempre para bien". Vigalondo siempre se muestra muy interesado por el tiempo, por lo paradójico.
"A serbian film ha escandalizado a gente que no la ha visto".
Y una cosa lleva a la otra y acabamos, cómo no, con A serbian film y la querella a Ángel Sala. "Creo que el problema está en la mezcla de perfiles que potencian los medios de comunicación. ¿Acaso en España nos hemos dado cuenta de algo que en el resto de los países han colado? No tiene sentido. Y lo peor es que la acción legal ha sido provocada por el escándalo mediático. A la manera en que sucedió con la portada de El jueves en su momento".
Tras apurar su segundo americano de la tarde, "Encuentro paradigmático el Tweet que una mujer me escribió, diciendo que aunque ella "evidentemente" no había visto la película, pensaba que la acusación tenía fundamento. La clave está en el "evidentemente". El problema se ha generado porque la película ha escandalizado a gente que no la ha visto.
Vaya, todo un ejercicio precrítico. Te propongo una pregunta opcional, Vigalondo respira aliviado, ¿qué te parece el concepto de la precrítica? Suspira y piensa.
"El ejercicio de la crítica se ha disparado en Internet, pero no ha crecido ni la calidad ni la diversidad. Muchas veces se tratan de las mismas corrientes de opinión que se repiten una y otra vez. En este panorama creo que el experimento de la precrítica es bastante divertido, además "precriticar" supone preguntarse y reflexionar sobre el propio ejercicio de la crítica. Casi sin querer, en mi blog, hubo momentos en que me planteaba esto mismo".
Así es Nacho Vigalondo, un tipo que no se arruga. Puro genio y figura de ficción, pero tan real que es un placer compartir una tarde de diálogos de cine con él.
Lee la primera parte de Dialogando con Nacho Vigalondo.
Lee la segunda parte de Dialogando con Nacho Vigalondo.