La última jornada de la Semana ha servido para que, a través de Twitter, de la mano de Beiger, hayamos palpado la alta emotividad de las últimas horas y minutos de Rebordinos como director de la Semana. Se marcha y desde aquí le deseamos lo mejor en su nueva aventura, nada menos que el Zinemaldi. ¡Detrás deja a la gran familia de la Semana, con ganas de que todo siga siendo tal como él lo ha dejado!
Beiger, por cierto, aprovechó la última velada para hacer migas con Chris Smith en el bar del Teatro Principal, uno de los grandes triunfadores de la Semana (director de Black Death). Smith nos adelantó algunas palabras sueltas de su próximo proyecto, y más allá de "hombre lobo", es mejor que no citemos otros términos...
Antes, la película sorpresa, tal como vaticinó Rómulo en nuestro Facebook, resultó ser Rubber, una delirante e indefendible muestra de metalingüismo absurdo y gamberro, con un cierre que parece decir: "Esto era una minucia, ahora vamos a incendiar Hollywood". Lástima que tan pronto como pisen suelo del Sistema todo lo que aquí se convirtió en fiesta, risa y aplauso general del público se vaya a diluir, entre las exigencias de Tío Dólar.
Y como entrada a la jornada tuvimos una delicia: Una reinterpretación del Nosferatu de Murnau, que fue proyectada con la interpretación en directo, por parte de Azpiroz y Oleaga, de una música de tono muy groovero que confirió al experimento un acabado algo anti-climático pero muy muy interesante, un disfrute para los sentidos.
La Semana se acaba. Y Rebor se marcha. Que le vaya bien en el Zinemaldi, ese monstruo...