La nueva película de Darren Aronofsky, Black swan, no lo ha puesto fácil en el pase inaugural de la Mostra de Venecia. En general, la apuesta del peculiar director por escarbar en lo más profundo y grotesco de una bailarina de ballet y la "exploración de su ego artístico", en palabras de Natalie Portman, su protagonista.
La actriz, de hecho, ha sido muy aplaudida por su trabajo, que muchos califican ya de excelente. La película ha recibido a su vez calificativos como "enfermiza" o "esquizofrénica", pero también ha gustado en gran parte de su metraje. Es en el tramo final donde las primeras críticas sitúan sus mayores quejas, y donde consideran que Aronofsky no ha sabido salir de su arriesgada apuesta.
En cualquier caso, ha sido un arranque de campanillas, con la presencia de la actriz y el director, además del actor Vincent Cassel, para una Mostra que se presenta con un nivel interesante.
Fuente: ABC, La vanguardia
Actualización: A estas horas se ha podido ver ya, igualmente, Machete de Robert Rodriguez, el otro plato fuerte para abrir la Mostra, y el recibimiento ha sido de alta temperatura: Una buena ola de abucheos punteados muy tímidamente por un muy reducido porcentaje de aplausos. Rodriguez no se ha cortado en posterior rueda de prensa en recordar la situación actual en USA con la polémica Ley de Inmigración, intentando así aforecer un plus al aporte de su película en la Mostra, que muchos han puesto en entredicho.