La primera película de Beatriz Sanchís, Todos están muertos, pasó por el festival de Málaga y ganó el premio especial del jurado, y el de mejor actriz para su protagonista, Elena Anaya. Las dos, directora y actriz, han pasado por Donostia para presentar la película. Daré mi opinión sobre ella en mi crítica, pero de momento os cuento como ha transcurrido la rueda de prensa.
Se les nota a ambas tranquilas y satisfechas del producto que llevan debajo del brazo. La directora habla con seguridad de sus intenciones, sus decisiones, su motivación. Anaya se muestra seducida por el guión y complacida tanto con su papel como con el trabajo de sus compañeros. El punto de partida de Sanchís es ambicioso: ha querido hablar de "la muerte, el amor y la música", tres temas que según dice, le han marcado. "Siendo muy joven murió un amigo mío. Quería plantear qué pasaría si te pudieras despedir de alguien". Y es que la película trata lo sobrenatural, aunque la directora afirma que está contado de forma muy naturalista. "He intentado traerlo a la tierra".
La actriz se interesó por el proyecto desde el primer tratamiento de guión que leyó. "La historia me pareció impresionante. Desde la emoción más absoluta hasta la carcajada. Hila muy fino". Además, considera que es una película fácil de ver. Considera que "no hay primeras películas y que los directores consagrados deberían aprender de algunos nuevos".
Le resultó "muy divertido" meterse en la piel de una cantante de los 80. Un personaje del que dice "es como una muñeca rota, y que fuese una estrella del rock es un broche de oro". Parece seguir un poco en su papel de estrella del rock al hablar de la ciudad: "Me encanta venir a Donosti, y si es con una peli, más" asegura, y ante el mal tiempo que han tenido confirma "Y si llueve, no me importa". En cuanto a la grabación del concierto que se ve en la película, se divirtió tanto que confiesa "me hubiera gustado irme de marcha después del concierto".
La banda sonora es una cuestión importante en la película, pues hay un grupo de música inventado, Groenlandia. Excepto 4 temas, no originales, el resto es de Acrobats, tanto la banda sonora como las canciones del grupo ficticio. La actriz canta también en el tema principal, Corazón Automático. La directora nos explica que ha trabajado con Acrobats ya en sus cortos y en esta ocasión les ha sido complicado porque han tenido que salirse de su registro, más cercano al folk en inglés. "La música es un elemento dramático más. Personalmente, estoy muy satisfecha".
La directora habla del joven actor Christian Bernal, y de como ya desde los castings "transmitía algo que es verdad". "Fue bonito trabajar con él. Quería a alguien que fuera diferente, que te hiciera creer que tenía un peso a sus espaldas". Elena Anaya solo tiene buenas palabras para él: "Es un diamante en bruto. No mentía ni un instante".
Sobre la estética, la directora explica que se trabajó de continuo con la cámara en mano. Y que con su equipo, con el que ya viene trabajando en los cortos, ha llegado a un punto especial: "estamos creando un pequeño lenguaje".