En el último piso de un hotel de
Málaga, con vistas inmejorables, nos reunimos con Julio Medem para charlar un poco sobre su última película y su carrera. Aunque
después asegura que antes de cada entrevista de este tipo se
encuentra inquieto, lo cierto es que lo que transmite es una gran
serenidad, una paz interior que muestra lo seguro que está de hacer
lo que le gusta y como le gusta. Se muestra tolerante y falto de
complejos.
Nos cuenta un poco el proceso por el
que se llegó a esta película. En proceso de rodar su Pericles y
Aspasia, y a falta de viabilidad económica para afrontar un
proyecto de esas características, acepta esta película de encargo.
Parte de las premisas de la película En la cama, de Matías
Bize, aunque luego busca su propio desarrollo, no sólo
cambiando la pareja heterosexual por dos lesbianas, sino incluyendo
sus propios elementos, algunos de ellos incluso relacionados con
Aspasia. "Me apetecía mucho que fueran dos mujeres", aunque
recuerda que no es la historia de dos lesbianas, y que estos
personajes en lo profundo son "dos personas".
En cuanto a sus actrices, asegura que
"lo son todo". Explica que Natasha Yarovenko estaba en un
estado de trance de felicidad, mientras que Elena Anaya sufrió
más desgaste. Según él, la actriz ha crecido mucho desde que la
dirigiera en Lucía y el sexo, donde no tenía tanta
experiencia y se dejaba orientar. "Te conmueve".
Su película ha llegado a ser
calificada como "porno de autor". Medem rechaza absolutamente
este término, algo cansado de este tipo de comentarios. Se queja de
que en su momento apareció un trailer falso de la película que daba
a entender otro tipo de material. Ante esto tuvo que sacar el trailer
oficial. "El porno no existe en esta película". Sabe que hay
gente a la que pueda disgustar el tema y lo acepta, aunque alega que
su película no engaña a nadie, no hay sorpresa, quien entra a la
sala ya sabe con lo que se va a encontrar.
Una de sus intenciones con esta
película era conseguir que el espectador sintiese que estaba
viviendo las 10 horas que transcurren en la película. Para
conseguirlo ha eliminado las elipsis. Recuerda que su película Vacas transcurría en 60 años, mientras que en esta sólo son 10 horas.
Además, en el mismo sitio. "Nunca había estado tanto tiempo
rodando en el mismo sitio". Esta película, según su director, es
menos densa que el resto, menos compleja.
Hablamos sobre su carrera, en Málaga
se le está haciendo una retrospectiva. Asegura que no tuvieron que
convencerle para venir al festival, está muy contento. Le parece
algo lógico no participar a concurso, teniendo en cuenta que se
proyectan todas sus películas anteriores. Le pregunto si no se está
perdiendo de algún modo la magia y los elementos oníricos en sus
últimas películas y muy en especial en esta. El director no
considera que se esté alejando de lo onírico, le gusta mostrar un
modo de percibir la realidad, el filtro que tiene cada cual para
acercarse al mundo real. No hay, al menos de un modo consciente, una
intención de alejarse de su universo mágico.
La película, que está rodada en
inglés, tendrá un 90% de las copias dobladas al castellano, lo cual lamenta. Dice haberla escrito en castellano, pues ni tiene
suficiente nivel de inglés ni le saldría escribir en ese idioma. El
idioma de la película lo pide la historia, asegura que no es un
medio para vender más en todo el mundo, aunque se muestra contento
porque ya esté vendida a muchos países, entre ellos EEUU.
En cuanto a como presentaría su
película, la define como una aventura, aunque al momento se da
cuenta del doble sentido que podría adquirir y matiza: dos
personajes que se aventuran a conocerse mejor.