Montxo Armendariz es, sin ninguna duda, uno de los grandes de nuestra cinematografía. Su carrera es ya dilatada. Desde Tasio han pasado ya casi treinta años y nueve películas: 27 horas, Las cartas de Alou, Historias del Kronen, Secretos del corazón, Silencio roto, Escenario móvil, Obaba y su última película, No tengas miedo, sobre la que hablamos con el propio Montxo.
PRECRÍTICAS (P): ¿Cómo
llegaste a un tema tan peliagudo, cómo accediste a él; cómo te llegó el
proyecto?
MONTXO ARMENDARIZ (MA): Fue por casualidad. Tengo un grupo de
amigos con los que me reúno cada cierto tiempo para cenar y, entre ellos, hay
psicólogos. Uno de ellos comentó las secuelas que dejan los abusos a menores.
Me llamó la atención el tema, y empecé leyendo el material que me pasaron,
luego tratando con víctimas, abogados, psicólogos, durante un año y medio,
investigando. También investigué en el Frogam, un foro de Internet en el que las
víctimas hablan entre ellas. De hecho la historia es una mezcla de todas esas
experiencias, pero basada en casos reales.
P: ¿Os
marcasteis algunas "normas previas", a un nivel ético/moral, a la
hora de tratar un tema así?
MA: Yo quería huir del morbo que suele acompañar este tema, sin perder por ello la dureza de todas esas vidas destrozadas. Fue
un trabajo muy duro, había momentos durante la investigación en los que tenía
que tomarme descansos. Fue algo tremendo.
P: ¿Crees
en aquello de los temas tabú en el cine?
MA: No. No existen en sí. Los creamos
nosotros. Yo opino que hay que hablar las cosas.
P: ¿Consideras
que en España, en el cine, se ha dado demasiado brillo al concepto de tema
tabú?
MA: No. De hecho, si hay algo que tiene el
cine español es la gran variedad de temas que trata, y cómo refleja la
realidad.
P: En
esta película te apoyas muchísimo en el trabajo de actrices muy muy jóvenes,
que llevan el peso protagonista. ¿Es un riesgo?
MA: Es un riesgo siempre, y el que sean más
jóvenes (como el caso de Nuria y Michelle) no tiene por qué implicar que su
trabajo sea menos profesional. Tienen la ventaja de que son personas sin
malear. Aunque contar con Lluís Homar y
Belén Rueda es evidentemente muy bueno, porque aportan seguridad y experiencia.
P: En
concreto, ¿cómo fue el trabajo con Michelle Jenner?
MA: Michelle leyó testimonios reales y vio las
películas que yo le indiqué (Repulsión, Celebración, Acused...) El tono
físico se plasma mucho en estas personas por lo que han vivido, así que trabajó
en las expresiones y los gestos. Siempre está dispuesta a aprender. De hecho,
aprendió a tocar el chelo durante la película (su personaje lo toca).
P: Has
comentado en otras entrevistas que Belén Rueda aceptó el papel después de
preguntarte por qué querías hacer la película y que, tras explicárselo, aceptó.
¿Por qué querías hacer esta película?
MA: No fue exactamente así; ella aceptó el
primer borrador, pero sí que me preguntó por la motivación para tratar un tema
así. Había una necesidad de hacerla, es un tema muy desconocido, y el cine
también tiene su parte de misión social: la de reflejar la realidad en la que
vivimos. Me pareció muy generoso por parte de Belén y de Lluís hacer unos
papeles que no empatizarían en absoluto con el público. Aunque para ellos
también suponía un reto.
P: ¿En
qué películas te has basado para hacer esta película? ¿Has querido mantener un
estilo concreto para contar esta historia?
MA: Más que basarme en alguna, he tratado de
aportar un punto de vista diferente a las de antes. Aunque Elisa K me parece
una gran película sobre este tema. En cuanto a esto, me ha influenciado más el
cine de los últimos años, yo soy cineasta de ver cine, desde Renoir, Rossellini o los hermanos Dardene, a Kieslowsky. Hay un pequeño homenaje a éste último y
su película Azul en la película.
En cuanto al estilo de la película. Me
siento deudor de todos estos autores. La planificación se basaba en ponerse en
la cara de la protagonista, y que el espectador la siguiera, por eso huimos
del plano contraplano. Queríamos tenerla a ella como referencia siempre. Y por
esto también elegí el formato Scope, porque es más amplio y abierto, y nos
permitía tenerla a ella siempre presente, con el resto de la historia y
personajes rodeándola.
P: ¿Crees que, como director de No tengas miedo, has juzgado la historia
que cuentas?
MA: Estoy de parte de la
víctima, lógicamente. Pero no me gusta juzgar ni dar soluciones. Prefiero
insinuar y que el espectador decida. No estigmatizar, ni caer en la morbosidad.
Esa ambivalencia en muchos de los abusadores da miedo. Son personas que tienen
(la mayoría) una distorsión de la realidad. Se transforman en el doctor
Jeckyll. Y está claro que deben ser denunciados, juzgados y asistidos.
P: Eres un director veterano, uno de los grandes nombres ya de la
cinematografía española pero, curiosamente, no tienes tantas películas en tu
filmografía: ¿Te tomas mucho tiempo para cada proyecto, conscientemente?
MA: ¡A mí me gustaría hacer
una o dos cada año! Pero no siempre es fácil encontrar un tema, ni levantar los
proyectos, y más cuando son controvertidos. Antes de No tengas miedo, he
trabajado en dos proyectos que no he podido sacar adelante.
P: Puede dar la sensación de que se esté librando una batalla entre el
cineasta joven español de género, que triunfa fuera de España y no en España, y
los cineastas más veteranos, con carreras asentadas. ¿Lo percibes así?
MA: No. Es cierto que hay
un cambio en los últimos años en la forma de hacer cine, pero siempre que sirva
para hacer buen cine, no soy contrario para nada. La cultura global es más
enriquecedora, y eso es bueno.
P: ¿Crees que hay mucha diferencia entre los inicios de Moncho Armendáriz
en los setenta y los inicios de los directores actuales?
MA: Sí, sin lugar a dudas.
Antes, si no rodabas en 16 o 35
mm no tenías alcance. Hoy cualquiera puede grabar
algo colgarlo en youtube. Por un lado es
bueno, elimina este privilegio. Cada cual puede contar su historia. Eso es, en
muchos casos beneficioso, un gran salto que puede ayudar a descubrir nuevos
talentos.
P: ¿Prefieres rodar en 16 ó 35mm?
MA: No especialmente. Para esta película probamos el digital, pero lo descartamos, porque se trata de una
historia con muchas penumbras, y el digital da mucho grano en estos casos.
P: ¿Alguna
vez has tenido la ocasión y/o el interés de rodar fuera de España? ¿Aquello de
Hollywood?
MA: No, la verdad. Más que nada por no tener
la historia. Intenté sacar algo en Nicaragua y otra en Senegal, que
probablemente salga adelante. Me inclino por rodar donde esté la historia,
aunque es lógico que sea más fácil que surja en España, donde trabajo y vivo.
P: ¿Podrías
hacer una valoración de la gestión de Álex De La Iglesia al frente de la Academia?
MA: Bueno, yo diría que es un momento que ya
ha pasado, hay un nuevo presidente y hay que mirar hacia delante y tratar de
unificar. Álex es el primero que está a favor de esto, de que la Academia sea un sitio
unido.
P: ¿Percibes
Internet como la puerta de una revolución en el cine?
MA: La percibo más bien como una revolución en
toda la sociedad, no sólo en el cine.
P: ¿Podrías
comentarnos alguna película que haya llamado poderosamente tu atención en los
últimos meses y que quieras recomendar?
MA: Recomendaría Carlos. Es impresionante.
Yo tuve el placer de poder ver las 5 horas de metraje (en principio estaba
estructurada como en capítulos), y no sé cómo habrá quedado el montaje de 3
horas, pero merece la pena.
También me encantó La mitad de Óscar,
aunque es una lástima que haya pasado más desapercibida.
P: Si
pudieses dirigirte al Moncho Armendáriz que estaba preparando Tasio, ¿qué te
gustaría decirle o aconsejarle?
MA: Buff!!Pues le
diría que creyera en la historia que haga. Que escuche las opiniones de los
demás, pero que después, haga aquello que crea. Así si se equivoca, al menos
habrá sido fiel a lo que quería hacer.
P: Obaba surgió en el boom de la descarga por internet?
Es un orgullo nefasto ser una de las películas más seguidas por la red, más
solicitada en redes de descarga?
MA: No sabía esto, pero no es un
orgullo, ni nefasto. Es la realidad. Obaba llegó en el punto álgido de las
descargas, sin la legislación de ahora.
P: Uno piensa en Montxo Armendáriz y piensa que las
películas le apetecen y por eso las hace, ¿qué hay de verdad en esto y qué le
apetece tras esta película?
MA: Todo. No puedo decir que ninguna no sea la que quería hacer. Hay
proyectos que no he podido hacer, sí, pero todas las películas que he hecho,
las quería hacer.
Le deseamos lo mejor a Montxo y a su nueva película, No tengas miedo.
Entrevista realizada por nuestra colaboradora Cristina Martín.