Entrevista a Alfredo Montero, director de 'La Cueva'.


06 de Agosto de 2014
por Iñaki Ortiz

Considero La cueva como una de las películas de terror del año, y resulta interesante poder tener las respuestas de su director, Alfredo Montero, a algunas de las preguntas que suscita. Un rodaje atípico, complicado, y que ha tenido un desarrollo un tanto especial.

"Se advirtió a los actores que sería un rodaje extremo tanto física como mentalmente"

Alfredo Montero


De la primera versión, presentada en Sitges, a la que se presenta ahora en cines, hay mucho nuevo metraje. ¿Cuáles son los cambios principales? ¿El guión tiene diferencias?

La primera versión tenía 80 minutos y al proyectarla en Sitges, Morena films la descubrió y nos propuso rodar algunas escenas nuevas para mejorar el ritmo. Vimos que los cambios mejoraban tanto la película que hicimos varios rodajes más. Íbamos escribiendo, rodando y montando y al ver los cambios decidíamos si volver a rodar o no. Fue un proceso difícil y creativo porque era complicado incorporar nuevo material sin perjudicar el viejo. De esta manera llegamos a rodar 40minutos nuevos y suprimir otros 40. La película vuelve a durar 80 minutos. La historia es la misma, pero la película gana en ritmo, en la presentación de los personajes y sus conflictos, etc. Ahora es mejor película.

 

Hemos visto en algún vídeo lo duras que eran las condiciones para los actores, que salían llenos de magulladuras, pero, ¿llegó a haber escenas de verdadero riesgo? Por ejemplo, el momento en que el personaje de Marcos Ortiz se tira a una poza con bastante oleaje, parece realmente peligroso. ¿Cómo planteasteis la seguridad en ese tipo de escenas?

Todo el rodaje se hizo en una cueva natural lo que provocaba que fuese algo muy duro y complicado pero no peligroso. En cambio, la escena de la cueva submarina, como bien dices, sí fue realmente peligrosa porque también era un escenario real, las olas eran de verdad y arrastraban brutalmente al actor y la corriente le succionaba. Si se hubiese desorientado debajo del agua y no hubiera encontrado la burbuja de aire debajo de la roca podría haberse quedado en el sitio pero teníamos buzos que le vigilaban. Además hubo que rodar de noche lo que empeoraba las condiciones y, al ser diciembre, Marcos sufrió una hipotermia que le impedía moverse con normalidad.

 

Toda la película está rodada como found footage a excepción del inicio y del final. ¿Por qué esa elección?

En algunos tests de público los espectadores nos decían que por muchos momentos creían que lo que estaban viendo era real, que no parecía una película. Introdujimos ese prólogo y epílogo para incrementar la tensión al principio, donde todo es alegría y color y al final para para recordar al espectador que lo que ha visto es solo una película. Además de engrandecerla cinematográficamente el epílogo muestra un nuevo final más irónico y menos desolador que el original.

La cueva

 

¿Con qué equipo está rodada? (en cuanto a material y personas). ¿Usasteis iluminación adicional y sonido o con solo una cámara como se supone en la ficción? No habría espacio en la cueva para mucho más...

En el interior de la cueva estaba yo, director, un sonidista y mi ayudante de dirección, no había espacio para nadie más y en ocasiones ni eso. En el exterior había gente de maquillaje, producción, etc.

Toda la película está rodada con una Canon 5D Mark 2 con un 24mm f1.4 en la que montamos un micro y su grabador y el sonidista llevaba otro equipo de sonido. La luz es la que se usa en la propia historia, es decir, una antorcha de cámara y las linternas.

 

Javier Gullón, que ahora ha escrito incluso una adaptación internacional (Enemy) ha participado en el guión. ¿Cuál ha sido su aportación? ¿Qué aspectos os corresponden a cada uno?

Javier entró en el proyecto cuando Morena entró a coproducir. Nuestro trabajo era escribir juntos las nuevas escenas de manera que se incrustasen bien con la historia y formato original, que sumaran sin perjudicar lo anterior.

 

A la hora de plantear el casting, ¿hubo algún tipo de requisitos físicos? Por la condiciones duras del rodaje.

Se advirtió a los actores que sería un rodaje extremo tanto física como mentalmente y respondieron extraordinariamente bien.

 

¿Hasta qué punto os tuvisteis que adentrar en la cueva para rodar? Los personajes se pierden. ¿De qué manera controlabais el camino de vuelta?

Yo estuve un año preproduciendo la película a la vez que escribía el guión de modo que me aprendí la cueva de memoria. La Cueva tiene 1200 metros de galerías laberínticas, al principio usaba hilos para orientarme y encontrar el camino de salida, después me hice planos que ayudasen al equipo a saber dónde estaban y poder moverse solos dentro de la cueva.

La cueva




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Carátula de la película La Cueva

La Cueva

 (La Cueva)
4/5
Director: Alfredo Montero
Actores:
Jorge Páez
Marcos Ortiz
Eva García-Vacas
Xoel Fernández
Marta Castellote
 



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