La nueva película de Adán Aliaga, Estigmas, y que suponía el debut en la interpretación del atleta Manuel Martínez, fue la cruz de la jornada de ayer en la Seminci 2009. Tras el pase oficial, se escuchó por vez primera en esta edición un pateo como recibimiento. Se trata de un film en el que se reconoce el riesgo de su propuesta, pero no se valora, a juzgar por las consideraciones de la prensa convencional desplazada a la ciudada vallisoletana.
La cara de la jornada fue Lille soldat, película danesa dirigida por Annete K. Olesen, que ha sido recibida con muy buenas críticas, en lo que ha sido calificado como «una historia sin concesiones». Se posiciona como la primera gran favorita de cara al palmarés final.
La tercera película presentada en la Sección oficial ayer fue Casanegra, una película marroquí ambientada en la ciudad de Casablanca, que no ha terminado de convencer a parte de la crítica debido, principalmente, a los tópicos: «escenas demasiado vistas, una banda sonora previsible y un guión no demasiado trabajado».