Extraterrestres en el cine

EXTRATERRESTRES EN EL CINE

Simplemente como escaparate muy popular de las diferentes opciones de extraterrestre que se han barajado en el cine, sobre todo el más comercial, y olvidando épocas grandes de la serie B o Z para con ellos, nace este documento tratando de aunar por tanto algunas de las muestras más importantes de su fisonomía e incluso carácter en la gran pantalla.

Curiosamente, la presencia de alienígenas en el cine no siempre coincide con la idea de enemigo del ser humano horrible y salvaje. Un claro ejemplo es Superman, un auténtico extraterrestre de nombre Kal-El que defiende a la humanidad sin dilación. Superman nace en un cómic creado por Jerry Siegel y dibujado por Joe Schuster. Nacido en Smalville, Kansas, y con apariencia humana, es decir, sin pijama de superhéroe, bajo el nombre de Clark Kent, ha protagonizado hasta cuatro películas populosas de la mano del actor Christopher Reeve.

Otro ejemplo de ser poco belicoso es E.T. el extraterreste, un amigo imaginario de Steven Spielberg de los tiempos en que sus padres se separaron al que Melissa Mathison dio forma creando un guión que encandiló a toda una generación. La conexión entre ese ser débil y torpe y el niño Elliot consiguieron que la palabra ternura se uniera a la idea de tener entre nosotros a un ser de otro planeta. Destaca la idea algo variada del cabezón largirucho que suele ser común al darle cuerpo.

Prot es el protagonista de la película K-Pax (nombre del planeta), interpretado por Kevin Spacey, que narra con buenas intenciones los días de un supuesto ser de otra galaxia entre nosotros en el entorno de un hospital psiquiátrico. Y de la misma manera, con rostro humano, en El hombre que cayó a la tierra, David Bowie, encarga a otra especie de alienígena con el nombre de Newton dando lugar a una curiosa e impactante película que recordar. Pero, para recuerdo, el de Starman,  que es sin duda el más claro en cuanto a hombre ramplón que se esconde detrás de un secreto tal como ser cósmico. En esta ocasión Jeff Bridges es el encargado de alzar la mano mostrando su poder como todos recordaremos.

Y si pasamos a otro tipo de fuerza o ente misterioso, podemos también alardearnos de ejemplos muy dispares y de distinta índole, desde El caballero del dragón, con un Miguel Bosé irreconocible dirigido por Fernando Colomo, hasta Abyss, una excelente película que trata de escapar absolutamente de la imagen humanoide de los extraterrestres en general. La capacidad técnica de aquellos días, la solvencia comercial pero también el entrelazado humano de la trama nos cazaron a todos en una inquietante pose de espera y suspense. Contact, con Jodie Foster a la cabeza, aún viajaba más en la idea de no mostrar al ser lejano como algo evidente a nuestros ojos volviendo a barajar la idea de una energía especial. Película especial y con admiradores o detractores que no deja indiferente y no ha tenido similares producciones bajo su estela.

Pero también podemos entrar en mundos donde lo más normal es encontrarnos alienígenas de toda clase y especie allí por donde nos movamos. Hablamos claro está de La guerra de las galaxias, la fabulosa saga de George Lucas, donde existe una variedad interesante, de Star Trek, la popularísima guía de películas donde las razas sn portentosas en su heterogeneidad, o de Men in black, en donde el hecho de inventar opciones es hasta un reto sólo comparado al de la eterna gran película de la apertura Desafío Total, donde las extraterrestres de tres pechos son lo menos especial, y sino pasen y recuerden el film.  Especial cariño tengo también para El quinto elemento de Luc Besson, donde la hermosa Milla Jovovich hacía la veces de Leeloo entre una amalgama de opciones de los sideral.

En contraposición existe el claro ejemplo de ser malvado y malísimo por su propia naturaleza o por sus ansias de conquista interplanetaria. De entre los primeros habría que destacar por encima de todo a Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott, que consigue entretener y hacer más que creible el genial diseño de Gigger. Un monstruo con instinto que nos aleja de la idea de siempre para siempre. Starship Troopers, Critters, The faculty, Distrito 9 o Independence Day, no juegan más que emular una tipología de ser que al final se parece más a la por otro lado soberbia idea de Depredador que a la de Alien. Bichos con rostros deshumanizados y siempre algo asquerosos de matices y cuerpo.

Desde el lado de la conquista interplanetaria habría que hacer un alto en el camino para nombrar a La guerra de los mundos, de nuevo el gran creador Steven Spielberg, que ya aportó su idea más seria que E.T con Encuentros en la 3ª fase, aparece triunfante con una excelente proyección de medios donde el verdadero aniquilamiento es posible volviendo a tener entre manos la sensación de ser muy creíble desde la mencionada saga de Alien. Totalmente contraria esta idea a la de la exitosa y jocosa película Mars Attack, que los utiliza como camino hacia la risa y no tanto a la verosimilitud con un futuro lleno de terror láser, y es que a la hora de diversificar la leyenda del ser de otro planeta, las opciones son muchas, y los ejemplos ya vistos antes. No podemos olvidar la bondad antiguerra de Ultimatum a la tierra, la cegadora plaga de La invasión de los ladrones de cuerpos, o la más que escalofriante seriedad infantil de El pueblo de los malditos.

Y es que son muchísimos los matices y versiones que se han hecho, y las que pululan sin estreno en salas, que podríamos repescar en la memoria. Desde la atractiva Species de Natasha Henstridge, hasta la fugaz aparición de Señales sin olvidar nuevas tendencias como la de Avatar. El ejército de alienígenas y extraterrestres es sin duda una posibilidad durardera en la imaginación de los guionistas del cine que seguirá ofreciéndonos divertimento y distracción hasta el film del planeta, sea bajo las garras, lásers o simplemente fuerzas avanzadas de un ente externo.