Ha muerto, sí, haciendo lo que más le gustaba: Cine. Theo Angelopoulos falleció ayer mientras localizaba en Atenas para su nueva película. Inesperadamente fue arrollado por una motocicleta; según las primeras informaciones, conducida por un policía fuera de servicio. Ya no se pudo hacer nada por la vida del director heleno (el realizador más premiado de la cinematografía de su país).
Angelopoulos buscaba localizaciones para una película -aunque esto poco importe ya- en la que pretendía abordar la difícil situación socioeconómica de su país.
La fatalidad se ha llevado a un director que supo lo que es ganar en Cannes, en Venecia o en Berlín. Poco más se puede añadir. Un sencillo "Descanse en paz", únicamente. Así sea.