Dos veces al año me encierro con mis
compañeros de Precríticas para ver películas sin apenas descanso
durante 48h. Cada uno de nosotros elegimos 3 títulos. Estos son los
que presentaré este fin de semana.
My Winnipeg de Guy Maddin
Para quien no conozca al director
canadiense, Guy Maddin es un cineasta a descubrir. Podrá gustar más o menos,
pero lo cierto es que su cine es realmente personal, y lo es
especialmente en esta película que trata sobre su ciudad de origen,
Winnipeg. No es que sea un documental aunque tampoco es ficción al
uso, se trata más bien de una pieza auduivisual muy sugerente donde
el director va proyectando sus sentimientos hacia su tierra. Con una
mezcla de estéticas, entre el viejo cine mudo y surrealismo muy
barroco, consigue una película hipnótica y asombrosa.
Rubber de Quentin Dupieux
Es ante todo una gamberrada, una
película de argumento disparatado que no se pone ningún límite.
Pero es también una película muy elegante, con un cuidada estética
limpia, sencilla y moderna -desde los rótulos iniciales hasta los
primeros planos de una rueda. También es un divertido homenaje a
géneros muy americanos como la road movie, el terror de la América
profunda o una mezcla de ambos, estéticamente cumple todos los requisitos. Pero además, se atreve a llevar al
límite el metacine, a darle la vuelta al suspense, a jugar con el
punto de vista de una forma tan tramposa como gratificante. Una
deliciosa tomadura de pelo. Por cierto, una buena banda sonora, pues el director también es compositor de música electrónica bajo el nombre de Mr Oizo.
Suture de Scott McGehee y
David Siegel
Esta es una película de blancos muy
blancos y negros muy negros. Todo un homenaje al noir clásico, con
un planteamiento voluntariamente artificial - digamos que desde el
punto de vista formal - que sirve para refrescar la historia. Con una
gran banda sonora que va desde la música clásica más lírica hasta
el Tom Jones más animado, y una estética impactante, esta pequeña
película se abre camino, jugando a plantearse cuestiones
psicológicas tan primordiales como la memoria y la identidad. No me
sorprendería descubrir que esta haya sido una referencia clave para
Christopher Nolan.