Glenn Close es muy conocida por la película Atracción fatal, y más tarde también por el film 101 dálmatas (pero con personajes reales), fue una Cruela de Vil perfecta por cierto, siendo este el resumen de la búsqueda de memoria de cuantos se acercan a la vertiginosa idea de que este año, Glenn Close, es el Premio Donostia del Festival de San Sebastián.
A sus 64 años uno recuerda su aspecto de mujer extraña, poco hermosa pero visceral, su silueta de cine de tiempos menos abusivos, con una mujer que ahora tiene que ser perfecta, o al menos bajo el canon de la gran industria, y su carisma de actriz potente, que transmite lo que puede ofrecer y que en determinados papeles borda su contenido aparentemente sin esfuerzo.
Puede que ahora llegue a saber a poco el nombre de esta actriz estadounidense para tan afamado premio, incluso puede que muchos piensen que esperaban más o que al menos lo compartan con alguien que aúne fuerzas y mejore el nivel de presencia, pero también es posible que tras estas líneas descubramos algo mejor a una grande del cine, que va a pasear por las calles de San Sebastián, y por ende, por el gran Festival internacional de cine de San Sebastián.
Pinitos en la canción, actriz en teatro, televisión y cine, ha sido nominada al premio Óscar en cinco ocasiones y triunfó en Broadway de manera muy cinéfila, sustituyendo a la titular en un fallo de la misma. El mundo según Garp, junto a Robin Williams, fue su primer papel serio en cine y fue nominada a mejor actriz de reparto, corría el año 1982, al año siguiente sucedía exactamente lo mismo con el film Reencuentro. En la primera ocasión Jessica Lange por Tootsie y en la segunda Shirley McLaine por La fuerza del cariño le arrebatan la estatuilla.
Greystoke, la leyenda de Tarzán, el rey de los monos, The stone boy con Robert Duvall, El mejor junto a Robert Redford fueron sus trabajos en 1984 y con esta última volvía a ser nominada a actriz de reparto pero no se lo lleva frente a Peggy Ashcroft por Un pasaje a la India, el número de papeles se multiplicaban, un año más tarde con Al filo de la sospecha (acompañada de Jeff Bridges y Peter Coyote) y Maxie llegaba al año de su encumbramiento en el mundo de la fama, 1987, con 40 años rueda Atracción fatal de Adrian Lyne (el de Nueve semanas y media y Flashdance antes y Una proposición indecente o La escalera de Jacob después) junto a un Michael Douglas en un papel arrollador y muy potente sexual y psicológicamente que arrasó tanto en pantallas como en el muy usado por entonces videoclub. Fue nominada también pero no se llevó el premio, la actriz Cher con Hechizo de luna le arranca las buenas expectativas.
Los años sin embargo no pasan en balde y los papeles que le llegan a Glenn Close empiezan a tener más que ver con su edad que con su físico de mujer de la gran industria. Ya es una gran actriz y ya tiene su público pero las jóvenes comienzan a dejarla de nuevo en papel secundarios, que por supuesto lleva a la perfección. Las amistades peligrosas (1988) con su papel de Marquesa Isabelle de Merteuil provocaba que volviera a ser nominada a mejor actriz pero esta vez Jodie Foster se lo quitaba con Acusados, El misterio Von Bullow (1990) dirigida por Barbet Schroeder, Hamlet de Zeffirelli (1990) o Cita con Venus (1991), son algunos de los ejemplos de papeles para una actriz ya con algunos años a la que la fama le llegaba tarde y que aún así encontraba su sitio en un cine con necesidades serias de actriz transmisora y profunda.
Irremediablemente, como estamos acostumbrados en el cine de Hollywood, Rober DeNiro es un buen ejemplo, el cine más comercial se acaba encargando de estas estrellas y en la década de los 90, la actriz comenzará a codearse con títulos menores o al menos de los menos exigentes de su carrera. Hook (1991) y La casa de los espíritus (1993) pugnan con Detrás de la noticia (1994) o Mars Attack (1996), Mary Reilly choca en el mismo año con 101 Dálmatas más vivos que nunca, sin embargo, curiosamente, el papel de Cruela de Vil, que antes ya he comentado, la vuelve a llevar al plano de la farándula en un aplauso unánime a su recreación.
El balance para con la actriz es un claro mérito en cuanto a la labor cinematográfica, pero por otro lado una evidencia cada vez más atroz, ya no hay sitio para ella en un mundo donde las competidoras y el cine prefieren papeles para más jóvenes y guiones mucho menos interesantes y ricos donde las actrices de teatro ya no hacen tanto falta. El destino de la Premio Donosti 2011 es relegada a films como Air force one (1997), Cookie´s fortune (1999), 102 dálmatas (2000) y trabajos en TV que al menos la mantienen en el candelero.
Década del inicio del milenio. Todo el panorama audiovisual parece transformarse, el cine tradicional se va perdiendo y lo digital, las series de televisión y el nuevo espectador más exigente junto a más competencia de producción dejan un hueco enorme a una actriz como Glenn Close para adaptarse como trabajadora incansable que es. El ala oeste de la Casablanca la tiene presente en su primer episodio (2004), Las mujeres perfectas la encumbra en título y binomio con Nicole Kidman (2004), aparece en la exitosa Nueve vidas (2005), Tarzan vuelve a necesitar su voz en off en la segunda entrega (2005) y así, por aquí y por allí sigue trabajando, como siempre, en lo que sabe hacer, dar forma a personajes, quizás ya no tan conocidos ni exitosos pero siempre con su sello Glenn Close.
Albert Nobbs está en post producción, y será su último trabajo en este año 2011 que le premia por su carrera en un festival de cine con honores. Curiosamente Broadway vuelve a su vida de la mano de este film basado en una obra de teatro del mismo seno que la obligará a cabalgar sola en un cine muy de su estilo. Muchos la descartarían de la estatuilla, otros la mirarán con melancolía, y otros, simplemente tendrán que hacer repaso de sus películas porque su corta edad no les ha dejado demasiado espacio para descubrirla. En cualquiera de los casos, de una cosas estoy seguro, y es que cuando se suba a la tarima, cuando reciba el estandarte, todo el mundo tendrá que respirar profundo porque se notará el fuego y la fuerza de una señora con mucho a sus espaldas en el mundo del celuloide, porque ante ellos se mostrará el glamour poderoso de una estrella, menos brillante, puede ser, pero de esas que levantan la cabeza y sonríen mientras apabullan con su presencia a los asistentes que la contemplan en carne y hueso, y no en pantalla, sino con el paso firme de una estrella que sabrá arrancar el aplauso de todos y cada uno de los asistentes a la gala cómplices de sus papeles, de sus personajes, de sus palabras y gestos en cientos de escenas por recordar.