Haneke ha llegado a la Croisette con un proyecto que comenzó tras La cinta blanca, que estuvo a punto de abandonar pero que finalmente retomó con Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva. Su título, Amour, su interés máximo, ese sentimiento extremo en la tercera edad. En los últimos años de vida. Esto, en manos de Haneke, anuncia un tratamiento descarnado.
El caso es que la película de Haneke ha enamorado en Cannes, así como la interpretación de sus dos protagonistas, y muchos cronistas han salido del primer pase pidiendo ya galardón para todos ellos.
También Vinterberg ha estrenado ya en Cannes, y su cinta ha gustado. La sombra de los malos tratos a menores (que ya capitalizaba el argumento de Celebración) planea sobre la película, cuyo principal problema hoy en Cannes ha tenido nombre de director: Haneke. El éxito monumental de Amour ha ensombrecido la calidad de Jagten.