Hasta la fecha, la mayor parte de las cargas de profundidad vertidas contra la Ministra Sinde se han enmarcado en el ámbito de su filosofía sobre el ADSL y la incidencia de éste en la marcha del cine español. En otra entrada del blog critiqué la decisión de nombrar Ministra a González-Sinde porque creo que los lobbys han de existir, pero que no hay que dejar que convivan en la casa de uno, mejor que estén al acecho en el exterior.
Una entrada en el blog de Enrique Dans me ha llevado a la pista de las primeras medidas que el tándem Sinde-Guardans han puesto en práctica, y que fueron publicadas en el Boletín Oficial del Estado del día de ayer, martes 27 de mayo. Aún alucino con que haya gente que se lea este Boletín que el Estado supone que nos leemos todos los días.
En él se publican cuatro Resoluciones del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, del que es Director General Guardans, en las que se amplía la dotación presupuestaria - es decir, la subvención - a cuatro ámbitos:
Ayudas para el desarrollo de guiones para largometrajes: se había previsto una partida de 600.000 euros que se incrementa en otros 600.000 euros.
Ayudas para la producción de cortometrajes: se había establecido una partida de 2.000.000 de euros que se amplía en 1.000.000 de euros, distinguiéndose 400.000 en ayudas sobre proyecto; y 600.000 para cortometrajes realizados.
Ayudas sobre proyecto para la realización de largometrajes que incorporen nuevos realizadores, para la realización de obras experimentales de decidido contenido artístico y cultural, de documentales y pilotos de series de animación: se había previsto una partida presupuestaria de 10.000.000 de euros, que se amplía en 5.000.000 de euros.
Ayudas para la distribución de películas cinematográficas comunitarias: de 3.000.000 de euros se pasa a 5.000.000 de euros.
Un total de 8.600.000 de euros más para el sector del cine ha sido la primera medida de la Ministra Sinde. ¿Las razones? Un elevado número de solicitudes presentadas. Mi posición personal es ambigua, ya que por un lado soy consumidor y contribuyente (conciencia colectiva), y por el otro soy cortometrajista y quiero y deseo más ayudas y más oportunidades (egoísmo personal).
Sin entrar a valorar lo que pueden pensar aquellos otros sectores de la cultura sobre el aumento de estas ayudas en los tiempos que corren, el debate tiende a agudizarse a la vista de que el modelo que pretende positivizar la nueva Ministra de Cultura es la subvención para la industria del Cine Español.
Sería mucho más positivo e interesante, a mi juicio, que se aprovechase esta legislatura para abrir un debate de igualdad y de oportunidad en el que se analizase el Estado del cine español, lejos de posturas demagógicas relacionadas con la piratería, y en el que se dejase la puerta abierta a un cambio de modelo.
Si es que al final, resulta que se va a cambiar el modelo económico de España, y que el modelo de producción audiovisual se va a etiquetar de inalterable, y su discusión de tabú.
Es hora de reflexionar.