Imanol Uribe presenta Miel de Naranjas

Hoy teníamos la oportunidad de asistir a la rueda de prensa de Miel de Naranjas en Donosti. Otra interesante iniciativa del Grupo Sade que nos recuerda que hay vida más allá de Madrid o Barcelona. Ayer tuvimos el pase, y ya podéis leer mi postcrítica. Hoy, para hablar de ella teníamos a su director, Imanol Uribe y a su protagonista, Iban Garate. Con cierta campechanía que siempre es de agradecer, contestan a las preguntas de la prensa.

El director explica que hay cierta lógica en preestrenarla aquí, en Euskadi, ya que, aunque la película se desarrolla en Andalucía, se encontraron con que casualmente más de el 50% del equipo eran vascos. El propio protagonista lo es, y parte del trabajo fue eliminar su acento. Tampoco ha hecho el servicio militar, explica Garate, que por su edad es de las primeras generaciones que pudieron evitarla, y tuvo que aprender a comportarse como un joven que, precisamente, está haciendo la mili.

Esta es una película de encargo, aunque Uribe asegura que la ha hecho completamente suya. El proyecto me ha seguido a mí, en lugar de seguirle yo a él, nos cuenta. Y es que después de estar interesado inicialmente por este guión, más adelante le llegó por otro lado. Ojalá todos los proyectos por encargo fueran así.

El proyecto tenía el olor de las películas de la resistencia francesa, explica. Su objetivo no ha sido tanto hacer otra película de lucha rural de la posguerra, sino una historia más urbana, en la línea de aquellas. También ha querido desmarcarse del tono habitual del cine de posguerra, oscuro, triste, cutre. Aunque admite que los tiempos tenían ese componente negativo, el director ha querido buscar una imagen más luminosa, aprovechando el rodaje en el sur, concretamente, la luz de Cádiz. También le ha resultado agradable rodar en Andalucía por sus gentes y nos cuenta una anécdota de un rodaje en exteriores: nos aplaudían desde los balcones cada vez que acababa una toma.

Dice sentirse más cómo con el cine digital (esta es su primera incursión). La flexibilidad de poder ver casi el resultado final en el momento le permite rodar menos tomas y trabajar con más seguridad, ya no tiene intención de volver al celuloide en sus próximos trabajos. Precisamente nos habla un poco de ellos, tiene dos temas abiertos. El primero, sobre el cantautor y filósofo argentino, Facundo Cabral. El director estaba preparando una película sobré él, llamada, Camino de Libertad, cuando fue asesinado el año pasado. Lejos de cancelar el proyecto, han decidido reescribirlo según los trágicos sucesos. Por otro lado, se está planteando recrear el rodaje de uno de sus títulos más emblemáticos, La fuga de Segovia. Un trabajo que según él fue complejo, con mucha gente empezando, y que puede resultar interesante. Dice que esta sería una de las caras, y es que a su modo de ver, el futuro del cine Español, doblemente en crisis (por la crisis del sector además de por la crisis mundial) pasa por unas pocas grandes producciones y por otra parte cine marginal, sin apenas presupuesto.