Jim Jarmusch: Soy un gran fan del estilo

Los límites del control se proyecta en la sección Perlas de otros festivales, y su director, Jim Jarmusch, acompañado de su protagonista, Isaach De Bankolé, vienen a presentarla. La película ha tenido un recibimiento algo dispar y el director nos explica cómo concibe su último trabajo.

Ante todo, habla de una serie de variaciones sobre algo que ocurre una y orea vez. Le interesa este tipo de estructura en el arte, como por ejemplo en la música. No se trata por tanto de una estructura narrativa convencional. "Si planteas los argumentos de forma convencional, el número de formas en las que puedes contar una película es limitado". Admite que puede tratarse de una reacción a su enfado por un tipo de situación: "Cuándo se va a hacer una nueva película, lo primero que se pregunta es ¿Qué espera el público? Entregarme a las expectativas del público me cansa cada vez más". Considera que lo importante es ser fiel a uno mismo, no depender de lo que se espera de uno. No cree haber creado un estilo nuevo, pero sí que le da mucha importancia al estilo. "No tengo un nombre para este estilo". Opina que el estilo es la esencia. "Soy un gran fan del estilo. Es estilo y la técnica son los medios con los que entregas un trabajo".

Apenas hay preguntas para el actor. Nos habla de cómo se incorporó al proyecto. Cuenta que no recibió ningún guión, simplemente el director le habló de su idea. "Me dijo: tengo una idea sobre Torres Blancas en Madrid". El director bromea: "Aún sigue esperando a que le llegue el guión". Naturalmente, nos habla sobre la elección de España. Inicialmente no sabía dónde podía rodar la historia, "España me fue seduciendo. Madrid es una ciudad moderna, Sevilla es muy visual". Además, un amigo suyo le había hablado de la casa donde finalmente se rueda en Sevilla.  "El olor de los naranjos era como una droga". En cuanto a Almería, le trae inevitablemente a la memoria el spaghetti Western. "Muchas cosas vienen de España, Cervantes, Buñuel, Goya, Velázquez, Victor Erice, el cubismo..." Considera la historia de España fascinante, especialmente el siglo XIV, cuando diferentes culturas convivían. "Al final los cristianos mataron a todos los demás". En su retrato de España, quería evitar una mirada turista, por eso su personaje se mueve por todo tipo de zonas.

"La imaginación es más fuerte que las pistolas y los rifles", ese es uno de los temas centrales de la película, "las ideas sobreviven aunque las personas mueran" y pone como ejemplo a los pitagóricos, asesinados pero cuyas ideas siguen vigentes. Aunque en seguida rebaja el tono de sus comentarios (lo hace en varias ocasiones) "Suena muy pesado, no es una película didáctica, no se trata de nuestro mensaje es este". "No creo que la película sea un ejercicio intelectual".

Habla de los actores españoles. A Luis Tosar ya lo conocía de ver algunas de sus películas. "Es un actor maravilloso con un rostro sorprendente". En cuanto a Óscar Jaenada, nos cuenta una historia más curiosa. No le conocía y un día se lo encontraron, él se acercó "tenía un aspecto muy cool" y le ofreció trabajar en su película aunque fuera como figurante. No sabían quién era, Bankolé bromea "¿Y este bohemio?". Finalmente, cuando lo comentaron en la productora descubrieron por la reacción de la gente que era un actor conocido. Vio su trabajo y quedó encantado. Desarrollaron más su papel, hasta tal punto que considera que el personaje de Jaenada es el único amigo que tiene el personaje principal.

Cuando pasó su película en Japón, muchos consideraron que se trataba de una película de samuráis, algo que él niega, (no como en su película Ghost Dog, dónde sí era un samurái). Sin embargo llegó a darles la razón y piensa que puede haber algo de eso, al estilo de Alain Delon en Le Samurai. Jarmusch asegura que ve mucho cine, pero no está muy al día de las películas actuales. "Hay tanto cine hecho que tengo por ver... quiero ver una gran porción de todo ese cine antes de morir". Prefiere no volver a ver sus películas "no he visto Stranger in Paradise desde 1984".