La última jornada de la Sección Oficial de Cannes tenía una bala en la racámara: Emir Kusturica, uno de esos privilegiados que poseen dos Palmas de Oro en su haber.
Pero su película, Promise me this, parece que no ha funcionado como cabía esperar. Con un inicio poderoso la película se va diluyendo y confundiéndose con la tosquedad y el humor zafio, la caricatura extrema que le ha llevado a recibir sólo unos tímidos aplausos tras su proyección.
La segunda película del día, El bosque de Mogari, no ha entusiasmado, pero para ello ha seguido una dirección opuesta: partiendo de un inicio flojo ha ido creciendo hasta arrancar aplausos de la crítica convencional desplazada a La Croissette que han quedado, no obstante, lejos del entusiasmo.
Todo listo para que hoy se dé a conocer el palmarés del jurado presidido por Stephen Frears.