La película de Alan Turing que a mí me gustaría

Alan Turing es el padre de la computación y de la informática moderna, nada menos. Pero su vida tiene además otros aspectos muy interesantes que le hacen objeto atractivo para una adaptación cinematográfica. De hecho, es raro, que salvo cosas para televisión y una película muy pequeña en 2011, no había nada. En 2012 fue "el año Turing", centenario de su nacimiento, y supongo que eso ha propiciado que ahora tengamos The Imitation Game, con Turing interpretado por el omnipresente Benedict Cumberbatch -una decisión casi obvia. Aún no ha llegado y solo tenemos un par de trailers y poco más, pero me voy a aventurar a precriticar: va a ser un biopic al uso con todos los convencionalismos y sin ningún elemento de riesgo. Una de esas películas de gente bien vestida, días de sol y una ornamentación impoluta.

La figura de Turing es poliédrica. En su vida hay material para un thriller de espías, para el drama, para la ciencia y, ¿por qué no? para el fantástico. Se puede abordar de diferentes maneras, y todas ellas interesantes; desde luego, más que hacer un obra odiosamente acomodada. Quizá me equivoque y nos dé una sorpresa, entre tanto, voy con algunas ideas desde donde creo que sería interesante abordar esta empresa. Hay, sin duda, muchas más.

THRILLER DE ESPÍAS

En realidad, creo que esto es lo más cercano a lo que realmente veremos en la película, que se centra, según reza su propio tagline en la Segunda Guerra Mundial. Como genio matemático y uno de los padres de la computación, Turing era el tipo indicado para dedicarse a descifrar códigos, mensajes secretos que los nazis cifraban con la famosa máquina Enigma. La película parece que va por ahí, Turing dedicado a derrotar a la máquina. El problema es hacerlo desde planteamientos soleados y tranquilos. Podría servir de base para un thriller de espías oscuro, y emocionante, en el que habría que incluir quizá otras subtramas o, siendo más atrevido, jugar un poco a la ficción. Por más que sea una opción resultona, esta es la que menos me interesa y probablemente, como digo, la que más se acerca a lo que veremos.

EL NACIMIENTO DE LA INFORMÁTICA

Si David Fincher hizo una película excelente acerca de los creadores del Facebook, imaginad lo que se podría sacar de quien es considerado el padre de la computación. Turing cambió el mundo de forma definitiva. Inventó un test, que lleva su nombre, para distinguir a los humanos de las máquinas, y que ha servido para inspirar ficciones como el test de Voight-Kampff de Blade Runner. Precisamente, este test, a través del juego de imitación que propuso -que da nombre a esta película, The imitation game- acaba de tener un éxito sin precedentes, engañando a más del 30% de los participantes, algo que, en 1950, Turing había "profetizado" que sucedería en el año 2000.

Pero más allá de la cuestión práctica de ese test está la filosofía que subyace acerca de la consciencia y la inteligencia. Dos películas estrenadas este año -no muy buenas, todo hay que decirlo- descansan sobre ese pilar: The Machine, en la que, explícitamente, aparecían juegos de imitación; y Transcendence, donde la decibilidad de la humanidad de la IA protagonista era el tema central. Precisamente, en esos dos ejemplos, se trata la recreación de la mente humana en una máquina, algo que marcó la carrera de Turing desde que siendo joven perdió a una persona muy importante para él. El santo grial de Turing era ser capaz de hacer vivir a las personas, emulando sus procesos mentales con un ordenador. En las dos películas que acabo de citar, uno de los personajes muere al principio y se recrea su personalidad con una máquina.

Turing, alguien que escribió un programa que generaba aleatoriamente cartas de amor, una persona obsesionada por la esencia de la inteligencia artificial, era mucho más que un simple matemático espía. En definitiva, se podría hacer una sesuda ficción con reflexiones filosóficas, un interesante documental o una inteligente obra como La red social, que siendo ligera fuera representativa de sus características sociales. Un buen autor al frente de esto sí que me resultaría interesante.

DRAMA SOCIAL

Algo que se obvia en los dos trailers es la homosexualidad de Turing. Incluso, con la importante presencia de Keira Knightley, se viene a insinuar lo contrario. Supongo que en la película no se atreverán a ocultarlo, pero parece claro que no será un elemento decisivo. Y lo es. Lo es porque Turing fue procesado por su homosexualidad, que entonces era delito. Esto sucedió ya bastante después de terminar la guerra, por lo que es bastante probable que en esta película decidan pasarlo por alto.

La historia es bastante terrible pues Turing tuvo que someterse a inyecciones de hormonas para evitar la cárcel, con resultados que deteriorarían su físico enormemente. El final llegaría con un supuesto suicidio. Turing fue encontrado con una manzana envenenada. Él era admirador del cuento de Blancanieves, por lo que parece que terminó con su vida de forma poética. Hay quién sostiene que no fue un suicidio.

Este final dramático de su vida resulta muy cinematográfico, especialmente en conjunto con el resto. Pero quiero comentar una gran obra que no es de cine sino musical, que trata, casi a modo de ópera pop, todas estas cuestiones. Se trata del disco Un dígito binario dudoso de Hidrogenesse. Fue elegido mejor disco nacional del año por Rockdeluxe. Independientemente de su valor musical -que para mí es brillante- explica de forma muy clara el drama, con una estructura narrativa muy apropiada para una película. En su canción Enigma, que en una película correspondería con el clímax, pone de manifiesto el absurdo de ser un héroe nacional, en secreto -pues las actividades de descifrado estaban clasificadas y por lo tanto Turing no podía presumir de su importante labor en la guerra ni mostrar sus medallas-; mientras que su vida privada, su orientación sexual, estaba siendo juzgada de forma pública. Sus teorías científicas se pusieron en duda por el desprestigio que en aquella época era ser gay. Él lo resumió irónicamente con un falso silogismo: "Turing cree que las máquinas piensan; Turing se acuesta con hombres; luego las máquinas no piensan".

El disco se inicia con una canción titulada El beso en referencia a Blancanieves, y explica que el gobierno britántico ya se ha retractado de la injusticia cometida (hace unos pocos años, dicho sea de paso). Los otros temas de los que he hablado antes también están de alguna manera en el disco. Sería realmente interesante ver una adaptación cinematográfica, aunque fuera muy pop, al estilo de Tommy y demás experimentos. Sería una extraña película que recogería bien el conjunto de los aspectos importantes de su vida.

Lo que, en cualquier caso sería conveniente, es que su homosexualidad no se esconda, ni siquiera en los trailers, pues el propio Turing ya luchó demasiado en su tiempo contra las absurdas normas sociales como para que ahora nos andemos con tonterías. No conviene una película mojigata que obvie las fiestas a las que asistía y quién era realmente.

CYBERPUNK

Y dejo para el final una opción mucho más libre: la ciencia ficción. No es algo tan raro si pensamos en las premisas que aún a día de hoy son pura ciencia ficción y que ya he comentado antes. Y ahí están los dos títulos de este año que son claros ejemplos de cyberpunk. Se trata de ir un paso más allá e incluir a Alan Turing como un personaje. Esto, que puede resultar extraño, ya se ha hecho en literatura, que en cuestiones de ciencia ficción lleva siempre entre 10 o 15 años de adelanto al cine. Concretamente -no es el único caso, pero quizá sí el más importante- en Criptonomicón de Neal Stephenson, donde aparece como personaje. Referencias al test de Turing, o indirectas usando su nombre, son muchas más, y en concreto el propio Stephenson habla de la máquina de Turing en una de sus mejores novelas, La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas. Están todos los elementos para el género: inteligencia artificial, computación, ataques informáticos (Turing no deja de ser un hacker al servicio del gobierno britántico, si es que tal cosa es posible), y sobre todo, la opción de hacer un buen Dieselpunk, con falsos adelantos técnicos en la mitad del siglo XX.

La vida de Turing es un material cinematográfico muy agradecido, pero parece que de momento tendremos que conformarnos con un biopic vulgar y en el mejor de los casos correcto.