El Festival de Cine de Valladolid ha arrancado de manera un tanto torpe, con una gala inaugural que dio comienzo con 40 minutos de retraso. Además, el evento estuvo plagado de pequños errores e imprevistos, que desde la organización se solventó con un apoyo explícito al "cine español y al europeo".
Jorge Sanz y Jose Toledo se encargaron de presentar una gala que sirvió para mostrar el reconocimiento por sus 40 años de cine y literatura a Gonzalo Suárez, con un galardón especial entregado por Carmelo Gómez y Juan José Millás. También, cumpliendo lo previsto, Carlos Saura entregó a Elías Querejeta la Espiga de Honor del certamen vallisoletano.
Por delante queda, además de mucho cine, una exposición especial en memoria de Luis Buñuel.