Una adaptación de Blancanieves en
nuestros tiempos podría parecer algo anecdótico, pues bien, este año
iremos viendo pasar por nuestros cines nada menos que 3 versiones, y
cada una de ellas de estilo bien distinto.
Las madrastras del 2012
En primer lugar, tenemos Blancanieves,
Mirror Mirror, la nueva película de Tarsem Singh (The Cell,
o recientemente Immortals). Este director exageradamente
preciosista, volcará de nuevo todo su barroco concepto visual sobre
este cuento clásico. Ya en The Fall, El sueño de Alejandría,
jugaba con la imaginería de los cuentos, así que este proyecto le
viene como anillo al dedo. Para ello ha contado una vez más con el
impecable diseño de vestuario de la recién fallecida Eiko
Ishioka, este será el último trabajo que veamos de la artista.
Lo que llama la atención es que el tono de la película está
marcado por la comedia, con una madrastra interpretada por Julia
Roberts, cargada de carisma y bastante cinismo. Será la
protagonista absoluta de la película, muy por encima de la joven
Blancanieves (Lily Collins). Un producto que no termina de
quedar claro a qué franja de edad va dirigido, lo que podría
terminar en enorme fracaso comercial o,quién sabe, si el concepto atrae lo
suficiente la curiosidad del público quizá funcione.
Un tono muy distinto será el de
Blancanieves y la leyenda del cazador, de Rupert Sanders (un director debutante). Aunque parte del cuento clásico en lo que
se refiere a personajes y motivación, esta es más bien una historia
épica, una especie de mezcla de películas como Willow, La historia interminable y El
señor de los anillos. Batallas, héroes, aventura. La madrastra
en este caso no tendrá ni pizca de gracia, será pérfida, malvada y
tendrá la belleza de Charlize Theron. Pero aunque de nuevo
este papel será el más jugoso, esta vez si tenemos una heroína por
derecho propio, la joven de moda entre las adolescentes, Kirsten
Stewart. Este es un producto mucho más definido, menos
sorprendente, y con un público objetivo mucho más claro: los
adolescentes y los amantes del cine de aventura-espectáculo sin
pretensiones. Seguramente será uno de los taquillazos del año.
Y acabamos esta terna con la opción
nacional, titulada simplemente Blancanieves, y dirigida por
Pablo Berger, quien debutó con la refrescante Torremolinos
73 y en nueve años no nos había dejado otro título. Esta es,
de las tres, la opción más extraña y ambiciosa. Se construye como
un gran homenaje al cine mudo de los 20, algo que parece estar de
moda, pero probablemente jugará con menos concesiones que The
Artist, aplicando más escrupulosamente las formas, para un
público más dispuesto a hacer un esfuerzo de adaptación. Quizá
esté más cerca de la obra de Guy Maddin, que del éxito de
Hazanavicius. De hecho, la idea es hacer una gira con la película
por teatros y óperas, presentándola sin sonido, con la música
compuesta por Alfonso Vilallonga, en directo. Aunque supongo que también podremos ver la versión con sonido, en salas convencionales. La madrastra
(signifique lo que signifique eso aquí) será Maribel Verdú. Blancanieves será la joven Macarena García, aún con experiencia sólo en televisión.
Esta será también la versión más
libre, buscando sobre algo entre la recreación de un oscuro cuento
gótico y cierta ambientación bohemia cercana quizá al Freaks de Tod Browning. Lo que está claro es que Berger es un gran amante
del cine, lo demostró con su muy particular homenaje a Bergman en su
anterior película, y creo que lo volverá a hacer, con un plato
difícil pero satisfactorio.