El festival de Sitges realmente vale la pena, para los aficionados al fantástico y para los cinéfilos en general. Una muy buena selección de películas que nos dan una idea de la situación del género. Visto lo que hay, parece que está en plena forma. Repaso las que me parecen más interesantes.
NOMBRES CONOCIDOS
Un repaso a los cineastas de renombre.
Melancolía
Lars Von Trier, y con eso no hay mucho más que decir. Pasó por Cannes y además de armarla gorda con sus bromas pronazis, se llevó un premio a la mejor actriz para Kirsten Dunst. Una mezcla entre Celebration y La fuente de la vida. Ciencia ficción poética y drama Dogma.
Nada menos que Francis Ford Coppola ha decidido realizar una película de terror en 3D. Viniendo de este gran maestro, se puede esperar cualquier cosa, pero seguro que será una obra diferente y que aquí el 3D sí que tendrá su interés.
Lo último de Abel Ferrara pasó por Venecia y no gustó demasiado, pero yo soy así de terco y sigo confiando en que una película minimlista sobre el fin del mundo, realizada por este director maldito, no puede fallar, y menos si uno de sus protagonistas es Willem Dafoe.
Cuando Steven Soderberg se pone en plan comercial y reúne a un repartazo es cuando le salen las mejores películas. En este caso, desde luego, no será por nombres, Kate Winslet, Matt Damon, Jude Law y muchos otros. Una historia de epidemias, que no aportará nada nuevo pero que tendrá personalidad.
En un momento algo bajo del gran Kevin Smith, algo a la deriva, ha cambiado totalmente de registro para realizar esta obra de terror que denuncia el fanatismo religioso y el conservadurismo. Parece que después de tanto ahondar en la comedia, resulta que no se le da nada mal contar una historia oscura. Quizá sea su renacimiento después de una etapa difícil.
Bela Tarr es un prestigioso director húngaro con un cine bastante difícil de ver. Una estética muy densa y un transcurrir del metraje agotador. Aquí partirá de una anécdota de Nietzsche, para continuar por un camino inesperado, chocante. Cine muy diferente, con nulas concesiones al espectador. No es plato para cualquiera.
Red State
DIRECTORES ESPAÑOLES
Veamos algunas de las películas más interesantes que presentan los directores españoles, o, en la mayoría de los casos debería decir, catalanes.
Eva
La esperada inauguración de Sitges. El prometedor cortometrajista y director de videoclips, Kike Maíllo, debuta en el largo con una película de inteligencia artificial que se ha podido ver en el festival de Vencecia. La mejor ciencia ficción española.
La última película del niño mimado de Sitges, Jaume Balagueró. Un terror sin sustos que parece que está gustando bastante. Para un personaje oscuro, ese gran actor que es Luis Tósar. Tal y como está planteado, es imposible que salga mal.
A Vigalondo también le hemos visto en San Sebastián. Quizá podemos esperar más del director de Los Cronocrímenes, pero lo cierto es que esta es una película fresca y divertidísima, muy ingeniosa y que no deja de lado el profundo respeto que tiene el director por la ciencia ficción.
El director de El rey de la montaña, Gonzalo López Gallego, nos trae nada menos que una película de terror espacial de producción estadounidense. Posiblemente la capacidad presupuestaria de este film eliminará los límites de uno de nuestros más interesantes talentos.
Mientras duermes
JAPÓN (y un coreano)
Una nacionalidad con especial presencia en Sitges, y es que en el genero del fantástico y de terror tienen mucho que decir.
Scabbard Samurai
Hitoshi Matsumoto es un cómico japonés metido a director. Sus dos películas son dos peliculones, geniales comedias orignalísimas y desternillantes. Dai Nipponjin y Symbol. Con esta vamos a por la tercera y nos podemos esperar cualquier cosa del genial director. Parece que ya no es una comedia pura, sino que tiene algo más de aventura, pero su humor y su rareza se dejará ver.
Después de 13 Asesinos, Takashi Miike, el maestro del terror japonés, le ha cogido el gusto al cine de samurais. Esta vez en 3D, parece que se está poniendo de moda que los grandes directores hagan sus pinitos en 3D precisamente ahora que empieza a remitir el fenómeno. Promete violencia cruda y una dirección espectacular.
El cine japonés más radical de la mano de un director alabado en festivales, Shion Sono, el director de Suicide Club. Nos ofrece un thriller con mucho sexo y con una estética colorida repleta de excesos.
Shunji Iwai, otro director japonés que nos regaló una extraña y original película sobre la juventud japonesa, Todo sobre Lily, ahora rueda en suelo americano, aunque una película muy suya, una historia sobre otro tipos de vampiros, con realismo y con una nueva mirada a algunas cuestiones de nuestra sociedad. Pinta muy bien.
Naomi Kawase es una prestigiosa directora japonesa que, aceptémoslo, a veces nos da gato por libre como ocurrió en el Zinemaldi con Genpin. Aquí tratará el mundo de las fantasmas, como en El bosque de luto, pero que nadie se espere terror japonés de fantasmas, esto es mucho más calmado, cerebral, sensorial... cine de autor con lo mejor y lo peor del término.
¿Qué podemos decir del director de Tetsuo? Simplemente que siempre hay que darle una oportunidad a Shinya Tsukamoto. Nos trae una película con deformaciones, heridas asquerosillas y una carnalidad desagradable que haría las delicias de Cronenberg. Vamos, su poesía infecta habitual. No apta para sensibles.
Hong Sang-soo no es uno de los directores coreanos que más nombramos, pero también tiene su prestigio. Una película entre el drama y la comedia que nos muestra otro tipo de cine en Corea. Realizado con gusto y con un resultón blanco y negro.
Guilty of Romance
ÓPERAS PRIMAS
Es difícil saber si funcionarán porque es la primera vez que veremos un largo de sus directores, pero algunas pintan muy bien.
Boro in the Box
Una vuelta de tuerca al cuento de la bella durmiente, en nuestros días y con una historia de fondo mucho menos inocente. Sexualidad y ocultación. Dirige Julia Leigh su ópera prima, después de haberse dedicado a ser novelista. Un cuento para adultos.
Se trata del primer largo de su director, Bertrand Mandico, que ya apuntaba maneras con sus cortometrajes. Es una rareza, una extraña biografía que juega con una estética surrealista muy visual. Para los más atrevidos.
Cuidado con esta pequeña película, una ópera prima de William Eubank, de bajo presupuesto. Es ciencia ficción de esa que te hacer darle un poco al coco, sorprendente, intrigante. Una estación orbital y poco más. Muchas incógnitas, algunas paradojas. Cuidado porque puede ser la sorpresa, o cuidado porque también puede ser un engaño absurdo.
Love
OTRAS
Y sin orden especial, aquí muestro algunas otras películas igual de interesantes en Sitges.
Drive
Quienes pensamos que Offscreen es una joyita asfixiante, inteligente y original, estamos de enhorabuena porque tenemos esta película dirigida por Christoffer Boe y de nuevo interpretada por Nicolas Bro. Bueno, están de enhorabuena los espectadores de Sitges porque el resto es difícil que la veamos.
Algunos hemos tenido la suerte de verla en el festival de San Sebastián. Un derroche de estilo que nos cuenta una sencilla historia con violencia, una banda sonora exquisita y una estética ochentera impecable. La vida y las emociones de un hombre se pueden plasmar a través de su forma de conducir.
Animación poética, casi mágica, de un director francés que sabe mucho de eso, Michel Ocelot (Azur y Asmar). Otro que se pasa al 3D, y no deja de ser curioso porque su animación no es puramente 3D, más bien todo lo contrario. Es posible que haga mucho uso de capas a diferente profundidad para conseguir un efecto estético interesante, dentro de una animación con muchas sombras y luces, nada realista. Pura magia.
Los directores de esa joya del terror reciente que es Á l'Interieur, vuelven con una historia que volverá a poner de manifiesto las mayores vulnerabilidades del ser humano. Golpearán con una carga violenta, y mantendrán el suspense con una calma tensa y unos personajes implacables. Para aficionados al terror duro.
La nueva película de la directora de American Psycho, Mary Harron. Una complicada adolescencia al estilo de Carrie, con elementos góticos y posiblemente, a caballo entre la realidad y la ficción psicológica.
Livide