El nuevo film de Carlos Reygadas, Luz silenciosa, ha levantado también cierta polémica. Lo anterior no es en sí ninguna noticia, al menos es lo esperable del controvertido realizador de Japón y Batalla en el cielo. Pero es que la polémica ha cogido kilos cuando han entrado en liza dos pesos pesados como Alejandro González Iñarritu (Babel) y Alfonso Cuarón (Hijos de los hombres) para defender a Reygadas del acoso de la crítica.
Cuarón, no corto ni perezoso, ha espetado lo siguiente a los periodistas que han criticado a Reygadas: «Algunos periodistas están sobre-narrativizados o son huevones. Esta película nos lleva al cine de la contemplación, así que no pueden verla pensando que están viendo una película de (Sylvester) Stallone. Reygadas es vanguardista, hay que aplaudirlo y agradecerlo (...) Es un artista único».
Iñarritu, quizá más comedido, ha manifestado que «Es una película de gravedad, generosidad, belleza, poética. Es un cine que es más pensativo no basado en una narrativa, una historia de amor muy espiritual».
A uno, este tipo de capotes le recuerdan la bochornosa actuación de Julian Schnabel (La escafandra y la mariposa) en el Festival de Cine de San Sebastián en el pase de Shadowboxer.
En fin, la polémica está servida y calentita.